lunes, 14 de junio de 2010

Carta al presidente de la republica

En días recientes ha circulado este mail, que describe la vivencia de un ciudadano de Reynosa preocupado por su entorno, familia, y frustración por la inseguridad que se vive en estos días.
se los comparto:


C. FELIPE CALDERON HINOJOSA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS



ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

MEDIOS DE COMUNICACIÓN
RADIO Y TELEVISION

AMIGOS Y CONOCIDOS


Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para hacer de su conocimiento que estamos pasando los peores días de nuestra vida. No doy crédito a lo que mis ojos ven, a lo que mis oídos escuchan, a lo que mi boca pronuncia; no doy crédito a lo que mis manos han dejado de hacer; al odio, resentimiento e impotencia que ha acumulado mi mente.



Sobre todo a la impotencia que siento al no poder hacer nada, ante el miedo con el cual los reynosenses vivimos, ver como la economía de la ciudad esta por los suelos, el como la juventud ha decidido esconderse en su casa o tomar otros rumbos, evitar todo tipo de diversiones fuera de ella, las calles vacías a partir de las nueve de la noche, restaurantes y bares cerrados, todo gracias a la ola de inseguridad por la cual pasamos.



Quiero invitarlo a usted y a su familia a pasar unos días en Reynosa; a hospedarse en casas que Ustedes escojan; de las colonias San Valentín; Puerta del Sol; Vista Hermosa; Las Fuentes; López Portillo; Cento; Altamira; y otras para que durante la madrugada escuche por mas de cuarenta minutos como soldados y sicarios luchan por sus vidas; entre disparos, bazucasos y granadas.



Lo invito a dar un paseo por la ciudad; para que sus ojos presencien como en los semáforos; delincuentes a mano armada bajan a las personas de sus vehículos, y como los carros vecinos huyen del lugar, sin poder ayudar a las personas agredidas por el miedo.



Invito a su esposa; la Sra. Margarita a la próxima fiesta infantil de nuestros hijos, para que escuche las amenas platicas en las que más de diez asustadas mamas participan en cada mesa. El tema central es la inseguridad, se habla de cómo bajaron de su carro y golpearon a la tía de fulanita en plenas doce del día en el estacionamiento de un supermercado; de la cantidad imparable de balazos y los minutos eternos que pasaron escuchando por la noche en la última balacera; de cómo corrías a recoger a tus hijos después de recibir la noticia de que hay una manta colgada por los puentes que dice “que 5 niños de diferentes colegios de la ciudad serán secuestrados”; de las llamadas de extorsión que recibes a diario del secuestro de tu vecino.



A sus hijos los invito a participar en el último tiroteo de la escuela ubicada sobre el Blv. Del Maestro en el que niños pasaron la zozobra de su vida; se me hace un nudo en la garganta y no puedo evitar el coraje, la impotencia, al recordar como nuestros hijos en diferentes escuelas me contaban lo que había pasado….



De cómo su maestro cerraba con llave la puerta del salón y tapaba con papel la ventana de la misma; de como pecho tierra tenían que llegar hasta el closet del salón y esconderse rápidamente y sin hacer ruido, de cómo debían sentarse todos amontonados y tapar con sus manos sus ojos; dijo mi hija de 6 años “estaba prohibido empujarse, también hacer ruido y destaparse los ojos, dos de mis compañeras se pusieron muy nerviosas y lloraban mucho, mi maestro las tuvo que abrazar y meterlas debajo del escritorio”.



Lo invito a cualquier casa; para que vea como niños de, 5, 6, 7, 8 y mas años corren todas las madrugadas a dormir a las camas de los papas, desde hace un año; como lloran recordando la plática de sus amigos hablando de pura delincuencia y balaceras, de cómo me dicen “mamá, papá”, lo que se oye son balazos?”…..se me hace injusto, que nuestros hijos no tenga un sueño placentero; que viva con miedo y no hablen de juegos….



Lo invito a caminar junto a mi esposa y su esposa, SR. PRESIDENTE CALDERON, del estacionamiento al trabajo y tener que correr en plenas 9:00 de la mañana porque soldados y bandidos se dan de balazos a menos de 50 metros de donde esta ella.



Lo invito a mi ciudad; para que vea como tres ciudades hermanas se separan por la ola de violencia, miles de personas con temor de ser asaltados, secuestrados, baleados, o incluso por temor a morir ya no van de una ciudad a otra.



Sr. Presidente; mientras usted y su gabinete andaban de gira por países europeos, intercambiando banderas; durante su visita a Estados Unidos; y sus reuniones y cenas de gala con el Presidente Barack Obama, Reynosa estaba en llamas y sigue estando.



Alzo la voz y grito a los cuatro vientos, para que esto termine!!!

Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para pedir la paz!!!



Alzo la voz y grito a los cuatro vientos; para pedir a todos los reynosenses y a las tres ciudades hermanas que no nos callemos y unamos nuestras voces hasta que usted nos escuche…



Sr. Presidente Felipe Calderón, en esta ocasión he hablado por mí, por mí sentir, por mi frustración, por mi impotencia, por mi coraje, pero estoy seguro que miles de reynosenses sienten y viven lo que yo. Por favor, escuche la voz de los pueblos de MÉXICO, escuche mi petición y la de muchos mexicanos…..



Creo fielmente en lo que usted dijo durante la ceremonia de máximos honores militares a los 12 caudillos insurgentes y aplaudo sus palabras, por tales motivos las anexo a mi escrito:



México es un país soberano, libre y capaz de elegir su propio destino, así como una nación democrática en la que existen toda clase de opiniones.



"Existe libertad de opinar, de criticar, de sentir, libertad de organizarse para luchar por las ideas, libertad de elegir a los gobernantes y representantes".



Se cuenta, con un sistema político de peso y contrapeso que equilibra el ejercicio del poder y que es el antídoto más eficaz de las decisiones arbitrarias.



Son muchos y vivos los motivos por los que "nos sentimos orgullosos de ser mexicanos, orgullosos de nuestros héroes, de nuestras raíces y de nuestra historia".



"Nos ha tocado vivir en esta Patria independiente y tenemos el privilegio de vivir por ella, de luchar por ella, de engrandecerla, de protegerla, de construirla día con día, cada quien en su trabajo, en su escuela y en su servicio".



No permita que crea que sus palabras son parte solo de un discurso, y que mi carta sea una petición más sin cumplir.



Sin más por el momento, le agradezco el tiempo que se tome en leerla, y espero tener suerte de poder hablar con usted







Dios lo bendiga a usted y su familia.





Atentamente.-



LOS CIUDADANOS DE REYNOSA

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