lunes, 20 de enero de 2014

El Disfraz de la guerra




Ribereña Tamaulipas

La desigualdad social en nuestro país, provocada por la brutalidad de la conquista y las consecuencias irreversibles en su gente, como la pérdida de identidad, valores y convicciones, los modelos fallidos de gobierno durante años, los poco eficientes formatos de administración pública y el pésimo desempeño que desde siempre a distinguido al sistema educativo en México, han sido los componentes  principales para propiciar el caldo de cultivo que ha alimentado directamente la guerra entre el narcotráfico y gobierno federal en nuestro país.

En la actualidad, cientos, por no decir miles de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 25 años, se han unido sin mucho preámbulo de convencimiento y contratación, a las filas de los grupos delictivos que en México cada día se reproducen de forma exponencial y pareciera no tener fin su exterminio.

Con obediencia ciega, fieles y leales a los jefes de grupos delincuenciales, cada día decenas de jóvenes y niños antisociales, desintegrados de la familia y la sociedad, inclusive mujeres y amas de casa, con la mínima educación básica y desconocimiento de valores, se han integrado a la lucha sin razón de ser, por ideales desconocidos, lejanos a su razonamiento y por un raquítico sueldo que en la mayoría de los casos no cobran siquiera la primera quincena al ser asesinados o desaparecidos en la primera encomienda criminal.

La coyuntura creada en nuestro país por la pobreza, la ignorancia, la falta de empleo y la bien organizada corrupción que se practica, además del exagerado consumo de drogas en nuestro vecino país del norte, han sido factores decisivos en el desarrollo de este guerra que se vive actualmente en México y que fue anunciada con mucha anticipación (desde el año 2005) haciéndose referencia a las guerras de 1810, 1910 y la sucesiva que llegaría como cada 100 años, en el 2010.

Compartir una frontera de más de dos mil kilómetros con el país de mayor poderío económico del mundo, principal fabricante y distribuidor de armas, el que tiene el más alto consumo de drogas per cápita y el de mayor atractivo para migrantes de todo el planeta, ha colocado a México durante toda su existencia como nación, en situaciones de desventaja de mucha complejidad en lo que se refiere a temas de interés común entre las dos naciones como son las relaciones comerciales, humanas, diplomáticas, y de seguridad.

Históricamente las razones de la guerra han sido muy variadas;  por territorio, por intereses económicos, por diferencia de cultos e ideologías o por el simple hecho del poder por el poder. La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos; la guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización con fines políticos. Las reglas de la guerra, han variado mucho a lo largo de la historia. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber voluntarios y mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos de militares son asimismo frecuentes. (tomado de Wikipedia).

Actualmente a más de tres años de iniciado el conflicto, y como espectadores de primera fila en la frontera norte de Tamaulipas se percibe con el corazón y con todos los sentidos, que el combate al tráfico de drogas, ha sido solo el pretexto de esta guerra; El flujo de droga en ningún momento ha sido interrumpido o acotado en su camino a  través de todo el país hacia las fronteras con Estados Unidos, bajo el control de “n” cantidad de grupos delictivos de poder, que en forma paralela (además de), gobiernan nuestros pueblos, no obstante su aparente debilitamiento, persecución y hostigamiento por parte de las autoridades federales y los mismos grupos delictivos rivales.

Según conocedores de esta actividad y que son muchos, el mercado de las drogas en USA se ha saturado al máximo de tal forma que esta condición de oferta y demanda ha provocado hasta un abatimiento en el precio, que de ninguna forma ha afectado su comercialización y consumo.

No se ve congruencia entre los actos y episodios de terror y muerte que a lo largo de este conflicto se han presentado, con la verdadera razón de ser de la guerra, al dejar más dudas que respuestas con respecto a la identidad de los beneficiados reales inmediatos y el objetivo final que se persigue.

Lo dijo CATÓN (oct-2010): Y lo peor es que México está librando una batalla que en realidad no es suya, sino de Estados Unidos. Allá es donde se consume la droga; allá es donde se fabrican y venden, casi sin control, las armas que aquí se usan. Y no se ve que los estadounidenses combatan esos males como acá se combaten, a costa de tanta pérdida de vidas. Realmente el problema es de ellos, y nos exigen a nosotros que lo solucionemos. De los vicios de la sociedad estadounidense derivan los males que ahora los mexicanos estamos padeciendo. Nadie allá, sin embargo, parece percatarse de la injusticia que eso representa. Y pocos acá consideran que los mexicanos deberíamos librar nuestros propios combates -contra la pobreza, contra el desempleo, contra todas las formas de atraso que sufrimos-, en vez de estar librando, con tanto esfuerzo y con recursos tantos, las batallas de otros...

Como siempre sucede todo ha sido manipulado a la perfección por los beneficiarios de la guerra, resulta paradójico; Que el confort y el vicio de millones de norteamericanos sea directamente proporcional al tamaño de nuestra desgracia del lado mexicano.

Lo que se ha publicado en los periódicos y lo que se ha platicado en los noticieros referente a esta guerra, han sido notas informativas vagas, escuetas y tendenciosas. Solo cuando se es parte de la noticia, cuando participas en ella,  te das cuenta de las inconsistencias y mentiras que se dicen públicamente, y en esta desgracia pocas noticias han tenido el verdadero sustento y veracidad al referirse a estos hechos.

Es notorio que toda la información ha sido manipulada por los actores buenos y malos de alto nivel que participan en este conflicto, se ha ocultado la realidad con razón o sin razón para hacerlo, pero sin mucho analizar, en todo esto se perciben fuertes intereses políticos, económicos y sociales, que no se pueden ocultar del todo y menos para el segmento de la sociedad que nada tiene que ver con el conflicto armado y que ha sufrido la peor de las desgracias en la historia de sus vidas,  y que circunstancialmente ha tenido la oportunidad desde  la perspectiva cercana del terror, escudriñar causas y orígenes, actores, eventos, lugares y sobre todo resultados y consecuencias de esta guerra donde no se ve ni la cabeza ni los pies, ni el origen ni el final, ni vencedores ni vencidos.

Hasta aquí, y después de varios años de conflicto entre gobierno y narcotraficantes, podemos concluir con certeza:

*Que el tráfico de estupefacientes no ha sido reducido
*Que los capitales producto de esta ilícita actividad tampoco han sido tocados
*Que el alto consumo de drogas en USA sigue sin disminuirse
*Que en proporción al tamaño del conflicto armado que vivimos, las detenciones y consignaciones en ambos lados de la frontera, por delitos contra la salud, secuestro, homicidio y los que derivan, aunque han sido detenciones de aparente importancia, no han sido lo suficientemente contundentes.
*Que las detenciones de delincuentes ejercidas por las fuerzas federales han sido en su gran mayoría circunstanciales.
*Que se han intensificado de forma desproporcionada los asesinatos, secuestros, extorsiones, robos, asaltos, despojos, allanamientos y actividades de halconeo.
 *Que no se han resuelto, mucho menos atendido la gran mayoría de denuncias presentadas por personas inocentes afectadas.
*Que las actividades económicas de los pueblos se mantienen a la baja con poca generación de empleo y con escasas inversiones.
*Que no se ha restablecido el tránsito libre y seguro por las carreteras de varias regiones del país.
*Que las fuerzas federales mexicanas solo han sido parte de la escenografía, aplicando “acciones” sin táctica, sin plan de acción,  sin investigación, sin estrategia sin inteligencia mucho menos coordinación entre cuerpos policiales y militares.
*Que el poder y capacidad de organización y reorganización de la delincuencia es por mucho, mas eficiente y anticipada que las reacciones y acciones del propio gobierno.
*Que el gobierno Mexicano le apostó a la autodestrucción entre sí de los carteles , sin importarle donde como y cuando.

Pareciera que los delincuentes ahora los motiva mucho el reto de enfrentar al ejército o a la marina y pasar a la historia luchando por una causa que ni conocen, aceptando por pago las franquicias sectorizadas para delinquir,  otorgadas por grupos delictivos, que han elevado en categoría y cantidad los delitos de antaño del fuero común.

De que se trata todo esto, cual es la realidad de este conflicto? ,  si el trafico sigue, el consumo de drogas también, si hay pocos detenidos de peso, si la estructura delincuencial está casi intacta con posibilidades de renovación y reorganización inmediata y con más variantes en el delito para obtener dinero fácil, entonces quienes han sido los beneficiados directos con los cientos de millones de dólares que el gobierno mexicano y sobre todo los delincuentes han gastado para para adquirir armamento y municiones para enfrentarse en esta lucha, ¿Cuál es entonces la verdad de fondo de esta guerra, donde se perciben intereses externos muy turbios y perversos?

Y lo decimos porque el conflicto a todas luces ha sido dirigido y desarrollado en México dentro de ciudades y pueblos usando como escudo a la población civil, específicamente en regiones petroleras, turísticas, agrícolas, puertos, ciudades industriales, centros comerciales y en las principales carreteras nacionales.

 *Es el caso de la cuenca de “BURGOS”, llamada así el área de exploración y producción de gas natural más grande e importante de México, administrada y operada por Petróleos Mexicanos, donde los primeros ataques armados fueron deliberadamente dirigidos hacia los cientos de trabajadores que ahí laboraban, al grado de que PEMEX suspendió totalmente las operaciones en esta área, y que apenas ahora se ha reactivado en 20%, mientras que del lado americano en el vecino estado de Texas en los condados de Zapata y Webb, existen 70 pozos en producción de gas por cada uno de los que ya producen del lado mexicano en los municipios de Mier y Guerrero en Tamaulipas, en el entendido supuesto de que es el mismo manto de gas natural dividido superficialmente por el Río Bravo y la Presa Internacional Falcón.

*En varios casos de secuestro donde las personas plagiadas tuvieron la suerte de ser liberadas, con lujo de detalle han relatado cómo entre sus captores había personas que solo hablaban y daban instrucciones en inglés, además en fotos publicadas de los fallecidos combatientes, se observa que no eran niños inexpertos como se comentaba, sino personas adultas bien equipadas y entrenadas, lo que deja entre ver que la lucha armada entre grupos delincuenciales ha sido planeada y organizada para otros fines más allá de la disputa por territorios estratégicos para el tráfico de drogas, sino presuntamente para debilitar y socavar las estructuras políticas, sociales y económicas de algunas regiones nuestro país.

*La captura, extorsión y asesinato de cientos de indocumentados, provenientes de Centro América y de nuestro propio país, muchos de ellos secuestrados, extorsionados y obligados en teoría a integrarse a las filas de guerra de los grupos de la delincuencia, pone en evidencia una medida supuestamente intencionada y planeada para el control del flujo de personas ilegales hacia USA.

*El éxodo de cientos de familias mexicanas de las ciudades y poblaciones castigadas por la guerra, hacia Texas y otros estados de USA, algunas de ellas con grandes capitales de dudosa procedencia, se dio con la mayor naturalidad y legalidad y fueron recibidas con los brazos abiertos por el departamento de migración sin mucho preámbulo e investigación al amparo de visas de inversionista tramitadas legalmente. Familias y personas que rápidamente se incrustaron en la sociedad y en los negocios sin mayor problema.

*El suministro masivo de armas de asalto y municiones de alto poder a los grupos delincuenciales en México, fabricadas y distribuidas en USA ha sido sin duda una de las acciones más perversas y dañinas dirigidas en contra de nuestro país a lo largo de muchos años de relaciones ríspidas de doble cara hacia los mexicanos.

*Era motivo de sorpresa que mientras el ejército mexicano se acuartelaba, y horrendos enfrentamientos armados  se desarrollaban por la noche y por varias horas entre delincuentes en las calles de nuestras comunidades, a simple oído se escuchaba el ruido del motor de aviones (suponemos que espías, no tripulados), que sobrevolaban las áreas de batalla aparentemente con pleno conocimiento de los hechos. ¿Ubicando, controlando, inspeccionando, dirigiendo, orientando, apoyando?... Difícilmente volaban por casualidad.

*La presencia y actuación del ejército mexicano solo al término de los enfrentamientos armados entre delincuentes, dejó muchas dudas entre la población civil, sobre todo cuando algún elemento militar de los que acordonaban el área en el lugar de los hechos, presumía a los mirones o afectados, que tal o cual grupo delictivo desde el día anterior, ellos, (el ejército), lo habían detectado desplazándose hacia los puntos donde finalmente se daba el enfrentamiento, como si el solo hecho de detectar la presencia de las caravanas de camionetas repletas de delincuentes, demostrara la eficacia de las fuerzas armadas. Las Fuerzas federales  han sido en este conflicto simples espectadores.

*En la mayoría de los enfrentamientos armados entre delincuentes, uno de los grupos rivales se trasladaban hasta el lugar de los hechos, desde distancias mayores a cincuenta o más kilómetros a través de carretera o brechas, con vehículos de blindaje rústico de difícil movilidad, y camionetas de reciente modelo en caravana, con provisiones consistentes de varias toneladas de municiones, armas, combustible y jamás fueron detectados en el trayecto, mucho menos enfrentados por ninguna autoridad federal aun en el entendido de que las batallas se desarrollaban encima de la sociedad civil quien finalmente sacaba la peor parte. Y lo peor, al término del enfrentamiento y después de haber disparado miles de balas, y cientos de bombazos que se escuchaban a diez kilómetros a la redonda durante más de 4 o 5 horas, los sobrevivientes regresaban al amanecer a sus madrigueras de la misma forma como habían llegado, con vía libre por brechas y carreteras sin ser interceptados ni molestados por nadie.

*Las versiones de nuevos ataques a la población civil e incursión del grupo rival a los pueblos, eran difundidos intencionalmente por los mismos delincuentes de ambos bandos a través de las redes sociales y de boca a boca, desde varios días antes de los enfrentamientos, como siguiendo un  guion de teatro o la secuencia de una película. Muy pocas veces un grupo sorprendió al otro y cuando así sucedía unos se ocultaban mientras el grupo rival visitante se encargaba de destruir y balacear casas particulares y negocios dentro del pueblo, para reivindicar su hegemonía de poder criminal ante la sociedad entera desde luego con la supervisión y complacencia a distancia de las fuerzas federales.

De acuerdo con las circunstancias todo apunta a la posibilidad de la desestabilización intencionada de la endeble sociedad mexicana y la desarticulación principalmente de sus componentes económicos y políticos,  aprovechando la infiltración de la delincuencia organizada en todos los niveles de gobierno, y el desorden social en diversos sectores de nuestro país.  

En los últimos años México ha sido el caldo de cultivo ideal para el desarrollo  de este conflicto armado que se inició en enero de 2007 en nuestro país, so pretexto de combatir al crimen organizado y su principal actividad el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

Las estructuras sociales, políticas y económicas en gran parte, están destrozadas, se ha perdido tiempo y dinero en “atender” durante más de seis años un conflicto que no es nuestro, tenemos ahora que enfrentar un retroceso  de varios años, desde la perspectiva de una realidad social que ha sido la mas castigada en este terrible episodio, ahora es cuando debiéramos analizar y actuar para fortalecer de forma eficiente y efectiva el desarrollo de los principales segmentos básicos que nuestro país necesita para salir del atascadero: Salud, Educación, Empleo y Vivienda. 

Texto escrito en Julio del 2012 por un grupo de habitantes de la frontera chica.