De acuerdo con la investigación realizada—y cuyos resultados
fueron publicados en una entrega anterior, Valor por Tamaulipas parece formar
parte de una estrategia de corte paramilitar en la ciberguerra contra el narco
en México. Los objetivos de dicha estrategia y sus acciones correspondientes
son claros—al igual que en cualquier operación que hace uso de paramilitares—pero
lo que sí puede afirmarse es que la participación de este usuario en redes
sociales ha contribuido a informar sobre la situación de extrema violencia que
impera en uno de los estados más peligrosos de México. Dicha información nos
dibuja un estado ingobernable, extremadamente corrupto y bajo control de la
delincuencia organizada en diversas regiones.
Esta situación de tremenda inseguridad justificaría de
alguna manera el uso del las fuerzas armadas en labores de seguridad pública,
es decir, la militarización del estado para retomar el control de los
territorios que han estado en manos de la delincuencia organizada. Es
importante destacar que aunado a esta aparente estrategia ciberparamilitar, la
participación de este usuario de redes sociales ligado a fuerzas del Estado
podría también tener como objetivo magnificar la situación de inseguridad y
sembrar aún más el terror para seguir legitimando las acciones de gobierno en
tierra. Esta estrategia parece haber estado operando en el país desde el inicio
de la guerra en el ciberespacio—recordemos los casos de censura a usuarios de
redes sociales en Nuevo Laredo, el desarrollo de la plataforma de Blog del
Narco y la Operación Cartel.
En el estado de Tamaulipas, donde las redes sociales se usan
principalmente para la prevención de SDRs en el contexto de la guerra entre
organizaciones criminales y de estas contra el gobierno como tercer actor,
algunos usuarios de redes sociales, blogueros, tuiteros, entre otros, manejan
una estrategia de desinformación, así como campañas de miedo mediante la
difusión de información falsa y rumores (Chuynews.blogspot.mx, 2013a: párr. 3).
Este parece ser también el caso de Valor por Tamaulipas en algunas ocasiones; y
dichas acciones parecen estar alimentadas por la participación de otros medios
formales que operan con una dinámica de reportar sin confirmar hechos (ver
Apéndice 1 en la entrega anterior, Parte II de esta serie). En este contexto,
“el morbo [ha encontrado] un público ávido de información” (Chuynews.blogspot.mx
[blog], 2013b) que, por simple protagonismo o incentivos materiales,[1]
contribuye en cierto modo a una estrategia específica de Estado apoyada en la
desinformación.
La información que comunica VxT no es del todo certera. En
diversas ocasiones, hay evidencia de que Valor por Tamaulipas ha contribuido a
la estrategia de desinformación, así como a campañas de miedo mediante la
difusión de información falsa, diseño de montajes por imágenes en redes
sociales y viralización en las redes mismas—utilizando además los denominados
bots (ver Apéndice 2 y Chuynews.blogspot.mx, 2013a). Los patrones son visibles
a quien presta atención a los detalles, y encuentra: volantes plantados; mantas
inventadas; imágenes que no pudieron ser tomadas por usuarios comunes por la distancia
y el riesgo de estar en una escena de crimen; mantas idénticas en escritura y
patrones, que no puede colgar fácilmente un delincuente de organización
contraria a el grupo local por el riesgo que le representa ser visto por un
halcón u operativo de fuerzas armadas; entre otras acciones que dan cuenta de
la existencia de paramilitarismo en las redes sociales.
Existen diversos ejemplos de este tipo de acciones y aquí se
describen dos momentos importantes en los cuales se registran montajes muy
claros. En el primer caso, el objetivo parece ser sembrar el miedo y desviar la
atención con información falsa sobre posibles confrontaciones entre dos
violentos grupos de la delincuencia organizada. El segundo incidente, que
analiza las supuestas amenazas al administrador de la página VxT, pudo haber
tenido como fin también sembrar el miedo entre la comunidad virtual y ejercer
la censura a través de una supuesta amenaza que podría extenderse a otros
usuarios que reportan SDRs en redes sociales. Ambas acciones se pensaron quizás
con la intención de controlar a la opinión pública, atemorizarla, y justificar
así la continuación y reforzamiento de la estrategia militar
anti-drogas/anti-delincuencia organizada.
El 13 de marzo de 2014 aparece la siguiente manta en la
página de página de Facebook de Valor por Tamaulipas. Dicha manta se coloca
supuestamente en Ciudad Victoria y anuncia la llegada de un grupo afín al
Cartel de Sinaloa a la capital del estado, que es supuestamente una plaza de
los Zetas. El mensaje iba dirigido a miembros de los Zetas, lo que anticipaba
una fuerte confrontación entre dos poderosos grupos de la delincuencia
organizada a nivel nacional. Dicho evento es inusual, pues nunca se habían
tenido anteriormente reportes de intentos de entrada de miembros del Cartel de
Sinaloa a esta ciudad—y esto hace sentido, puesto que no existe incentivo
material para que los sinaloenses deseen entrar a la capital tamaulipeca. Cabe
destacar que es muy difícil para un ciudadano común y corriente fotografiar una
narcomanta de este tipo por el riesgo que esto implica, como se expresó
anteriormente. Además, la caligrafía utilizada en la manta no corresponde a la
que se aprecia en todas las demás ocasiones—en este caso, el mensaje parece
haber sido escrito por una joven estudiante de secundaria o preparatoria.
A raíz de esta publicación—que dejó muchas dudas por el
estilo utilizado y los actores mencionados en el conflicto—se realizó un
ejercicio de verificación de reportes. Es decir, se trató de confirmar la idea
que se tenía que desde la plataforma de Valor por Tamaulipas se trataba de
manipula a la opinión pública con información no siempre certera y en apoyo a
ciertos intereses, aprovechando la confiabilidad que muchos habían depositado
en ella.
Entonces se elaboró un perfil falso en Twitter de un importante
integrante del Cartel del Golfo (un grupo que no tenía nada que ver con la manta
mencionada), quien mandaría un mensaje de apoyo al Cartel de Sinaloa. Se creó
entonces una cuenta a nombre de Jesús Alejandro Leal Flores (alias “El Metro
24” o “El Simple”), influyente líder del CDG en Reynosa, y el 19 de marzo de
2014 se envió el siguiente mensaje de apoyo en forma de tuit y en el hashtag
con mayor audiencia en la región, #Reynosafollow:
Aquí, “El Simple” ofrecía ayuda a la fracción del Cartel de
Sinaloa que supuestamente se encontraba presente en Ciudad Victoria para luchar
contra los Zetas. En unas pocas horas, se encontró en la página de VxT una
nueva fotografía de otra narcomanta más reciente que había retomado esta idea y
hablaba del apoyo que daría el Cartel del Golfo al de Sinaloa en un intento por
acabar con los Zetas. Dicho mensaje abría la posibilidad de una confrontación
sangrienta en la capital del estado, que podría tener graves consecuencias para
los habitantes de la misma.
La reacción por parte del administrador de VxT fue
sorprendente, pues se tomó la idea de un tuit enviado desde una cuenta falsa
creada para tal fin. Pereciera ser que a VxT le gustó la idea sembrada en el
popular hashtag local, pues servía a sus objetivos de sembrar temor y decidió
fabricar una nueva narcomanta.
Lo interesante de esta nueva manta fue que utilizaba la
misma caligrafía que la primera que se subió a la página de Facebook—aunque
supuestamente el mensaje era enviado por diferentes personas (uno era
comunicado por el “Mini Lic.” de Sinaloa y la otra manta estaba firmada por “El
Simple” del Cartel del Golfo). Debido a que ambas mantas utilizan la misma
caligrafía, puede pensarse que fue la misma persona la que redacto ambas
mantas; esto representa un gran descuido pues supuestamente estas pertenecían a
diferente organización criminal.
Es muy probable que VxT haya sembrado estas
mantas, pues a la fecha se tiene conocimiento de que sólo aparecieron ahí, en
su página de Internet.
Finalmente, otro elemento curioso que se ha comentado en
varios círculos y que vale la pena mencionar, es la aparente silueta de un
militar quien pareciera estar tomando la foto de la segunda manta. Si
observamos con cuidado la segunda imagen que se subió a la página, podemos ver
la silueta, lo que nos llevaría a pensar que en realidad fue un militar quien
tomó la fotografía. Si es verdad lo anterior, tendríamos aún más elementos para
ligar a Valor por Tamaulipas con personal del ejército y para apoyar la idea de
la existencia de paramilitarismo en redes sociales en la era de la guerra
contra las drogas en México.
Otros eventos que vale la pena mencionar y que tiene que ver
con una estrategia de desinformación, manipulación de la opinión pública e
intento de censura en redes sociales, fueron las supuestas amenazas que recibió
el administrador de Valor por Tamaulipas a principios de 2013. Ya para
noviembre de 2012, el usuario denunciaba una amenaza por correo (este mensaje
solo fue visto por él). Pero fue en febrero de 2013 cuando VxT recibe
supuestamente una nueva amenaza—y ahora pública—en un volante cuya imagen sale
de la misma página. Más adelante se reproduce la noticia citando cientos de
volantes distribuidos en distintas partes de la ciudad capital del estado.
Los medios reproducen esta nota sin verificarla
independientemente y aseguran la naturaleza ciudadana del usuario (también sin
verificarla), pero toda la mecánica de la operación y la amenaza en sí
planteaban serias dudas (Chuynews.blogspot.mx, 2013b). ¿Dónde estaban los demás
volantes? ¿Cómo se distribuyeron? ¿Quién los distribuyo y con qué fin? No era
claro de dónde provenía la amenaza, y más delicado aún, no se sabía si la
amenaza era cierta. Debido a que el único volante del que se tenía conocimiento
real fue el que mostró Valor por Tamaulipas en su página web, fueron surgiendo
más dudas y entonces nos dimos a la tarea de buscar en redes y hacer algunas
entrevistas a habitantes de Ciudad Victoria el día de los hechos para verificar
la existencia de los múltiples volantes. El resultado de este ejercicio fue que
nadie llegó a ver el volante, ni llegó a tener uno físicamente
(Chuynews.blogspot.mx, 2013b).
Lo anterior es problemático, pues pone en duda la
autenticidad de la amenaza contra el famoso usuario de redes sociales de
Tamaulipas. No obstante lo anterior, la historia es difundida de forma masiva
por medios de comunicación (comenzando por la revista Proceso), quienes dan por
válida la información presentada por el supuesto perfil ciudadano. Haciendo un
análisis profundo de la situación—y tomando en consideración la información
disponible con respecto a los antecedentes y desarrollo de VxT—es posible
pensar que nos encontramos frente a una estrategia más compleja y de más largo
alcance que hace uso de la victimización, a través de amenazas sembradas y una
amplia cobertura mediática, con el fin de generar empatía en el ciberespacio.
Victimización y empatía se fomentan además a través de frases como la
siguiente: “Administrar este sistema de colaboración ciudadana me costó la
vida, sólo espero que no me cueste la de mi familia” (Hernández 2014: p. 32[2]). El patrón constante es que
VxT es la primer fuente de esas amenazas, que podrían aplicar a cualquier otro
ciudadano común. Mediante esta estrategia, se logra también atemorizar a otros
usuarios de redes sociales y consolidar el monopolio de reportes de SDRs en el
ciberespacio.
Finalmente, es importante hacer una crítica a la cobertura
mediática de este capítulo de la ciberguerra contra el narco en México.
Nuevamente—al igual que en el caso de #OpCartel, los momentos más recientes en
la vida de Blog del Narco, y otros intentos de censura en redes, incluyendo el
asesinato de María Elizabeth Macías, la Nena de Laredo[3]—los medios de
comunicación en general dan como válida información e imágenes visuales
proveniente de perfiles anónimos en redes sociales sin verificar la veracidad
de las historias ni el origen de la(s) fuente(s). Esta vez (así como en los
otros casos aquí analizadas), con la ayuda de los medios de comunicación
formales se facilitan las campañas de desinformación y manipulación de la
opinión pública.
APÉNDICE 2. Los bots
Un bot es un perfil falso creado para inflar cuentas
haciendo que un usuario parezca más popular de lo que realmente es.
Este perfil es también utilizado para mostrar un apoyo
ficticio a propaganda en redes sociales al dar “retweet” (RT)[4] en Twitter o
un “like” en Facebook[5].
Los bots se usan también para atacar a personas reales en
redes sociales, desacreditar, usurpar identidades y manipular opinión
colectiva.
Estas personalidades ficticias llegan a ser humanizadas a
través de la introducción de una imagen y nombre de una persona real; así
llegan a formar parte de una audiencia ”creíble” o un grupo de “activistas” que
comunican en Internet mensajes de apoyo a o en contra de alguna estrategia, campaña
o política específica.
En ocasiones, los bots son utilizadas para sabotear
tendencias en Twitter, al inundar de información basura los #Hashtags populares
del momento.
Estas cuentas se manejan con ayuda de plataformas como
Tweetdeck y Hootsuite, que permiten manejar múltiples perfiles al mismo tiempo.
Existen empresas de social media que se especializan en la
creación de este tipo de perfiles al ofrecer su servicio a clientes del sector
público o privado; no obstante, cualquier persona con tiempo disponible y un
objetivo definido, puede crear su propio pequeño ejército de bots.
NOTAS:
[1] Esto podría aplicar al caso de la revista Proceso en su
cobertura del tema de la seguridad en el estado de Tamaulipas.
[2] Hernández, Luis Guillermo, 2014, “@ValorxTamaulipas: La
otra autodefensa”, Emeequis 321, pp. 24-33.
[3] En el caso de la Nena de Laredo, se tiene entendido que
“las fotos que algunos medios han difundido de ella son falsas. Las tomaron de
Internet sin mayor verificación y cruce de información (Vargas, 2012: párr.
19). También se ha podido corroborar “que [ningún medio] ha publicado la imagen real de ‘La Nena de Laredo’. En esta
cadena de silencios y equivocaciones, la verdad parece cada día más lejana. Con
el paso de los meses, parece que el caso quedará en el olvido” (Vargas, 2012:
párr. 20).
[4] Esto significa compartir un tuit a todos los seguidores
en tu cuenta de Twitter.
[5] A través de un “like”, los usuarios de una cuenta de
Facebook señalan si les gusta o están de acuerdo con cierta información o
comentario de otra persona en esta red social.
Publicado originalmente en nuestraaparenterendicion
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