Esta es la segunda de cuatro historias sobre lo que
denominamos “paramilitarismo cibernético” en México. “Este fenómeno se encuentra
ligado de cierta manera con la llegada de los Zetas y sus prácticas
militares/paramilitares, que complican los esquemas de violencia y delincuencia
organizada en México y que se intensifican aún más con la inclusión del
ejército en tareas de seguridad pública.” Como se mencionó en la primera
historia sobre el tema, “el conflicto en México en el marco de la denominada
guerra contra el narco se reproduce en las redes sociales. Por consiguiente,
existe la posibilidad de que los casos de paramilitarismo observados en el
conflicto real se trasladen también al ciberespacio. En efecto, a través de un
seguimiento puntual del desarrollo del conflicto en las redes sociales, es
posible observar la presencia de prácticas paramilitares y de usuarios con
perfil militar que no se asocian directamente a las fuerzas armadas, pero que,
al parecer, mantienen un vínculo directo con el Estado. Estado, sociedad civil
y delincuencia organizada no son los únicos actores que participan en la
ciberguerra contra el narco en México. Al mismo tiempo, hay evidencia de la
existencia de prácticas y actores paramilitares en el ciberespacio.”
En la entrega anterior, se analizó la operación en redes
conocida como “#OpCartel” que se llegó a atribuir al grupo de hacktivistas de
Anonymous. La presente historia y la siguiente analizan a detalle la
participación de Valor por Tamaulipas, un popular usuario de redes sociales que
maneja un aparente perfil ciudadano, pero que al mismo tiempo exhibe un
comportamiento irregular que nos muestra algunos elementos de
ciberparamilitarismo. Cabe destacar que estos dos casos se desarrollan en
regiones con una presencia importante del grupo criminal de los Zetas (Veracruz
y Tamaulipas), cuya aparición y prácticas han justificado la militarización de
la estrategia de seguridad en el país. Ambas operaciones parecen haber
contribuido a sembrar el terror entre la sociedad mexicana—ahora a través de
las redes sociales—y, por lo tanto, a la
justificación de acciones drásticas por parte de las fuerzas armadas mexicanas.
Valor por Tamaulipas:¿Ciudadano, autodefensa o
paramilitarismo en redes sociales?
De acuerdo al análisis en la primera historia de esta serie,
#OpCartel representaría la llegada del paramilitarismo a las redes sociales.
Como se mencionó anteriormente, la operación finaliza y comienza una nueva
etapa en la guerra por el ciberespacio. Estado, sociedad civil, delincuencia
organizada y paramilitares aparecen en el plano virtual para fortalecer sus
estrategias en el plano real o con objeto de legitimar o justificar acciones o
políticas, según sea el caso. El desarrollo de esta guerra en redes sociales
continúa y aparecen nuevos actores que confirman dichas tendencias.
En 2012, la infiltración de redes sociales es más notoria
con actores de corte militar en su lenguaje y perfiles. Un modelo exitoso es la
pagina Valor por Tamaulipas (VxT), plataforma vertical con administrador y
criterio propio en el manejo de la información, que sustituye al Blog del Narco
en Tamaulipas y termina monopolizando las filtraciones, así como los reportes
de SDRs y acciones de la delincuencia organizada en un estado extremadamente
violento de la República Mexicana. No obstante el alegado carácter “ciudadano”
de esta plataforma (Monroy-Hernández, 2014; Hernández, 2014[1]), VxT podría ser
otro buen ejemplo de lo que aquí se denomina paramilitarismo cibernético.
En los últimos años, y particularmente desde principios de
2010, el estado de Tamaulipas ha experimentado una ola de violencia inusitada
derivada de la división entre dos importantes agrupaciones de crimen organizado
(el Cartel del Golfo y los Zetas), confrontación al interior de dichos grupos,
y militarización de la estrategia de seguridad en México. Así, Tamaulipas se
convierte en uno de los estados más peligrosos del país donde se
institucionaliza la práctica del terror a través de la profesionalización y la
paramilitarización de las prácticas de las organizaciones criminales para
ejercer el control del territorio. En un contexto así, de violencia extrema, la
información por los medios de comunicación formales deja de fluir. Sin embargo,
como se mencionó anteriormente, la sociedad encuentra nuevas formas de
expresión, participación y acceso a la información a través de las redes
sociales.
La censura en Tamaulipas llega también al ciberespacio,
sobre todo con los mensajes y amenazas a usuarios de redes sociales por parte
de la delincuencia organizada (por ejemplo, los casos de la Nena de Laredo, el
Rascatripas, los colgados en Nuevo Laredo, y el supuesto asesinato de la
doctora María del Rosario Fuentes Rubio o @Miut3 en Reynosa), así como por la
acción del Estado—en un intento por monopolizar los reportes de violencia y
generar la percepción de mayor control de la situación. Así, en este proceso,
se registra una disminución en la participación de usuarios de redes sociales
en la ciberguerra por este estado y aparece un nuevo actor: Valor por
Tamaulipas. Iniciando con una fuerte presencia en las redes sociales,
principalmente a través de una cuenta de Facebook y Twitter, VxT parece
intentar monopolizar los reportes de violencia y SDRs en este estado del
noreste mexicano y se presenta como “ciudadano” interesado en comunicar la
verdad en un entorno peligroso y sumamente violento. En una entrevista que da a
la revista Emeequis, expresa así sus motivaciones (Hernández, 2014: p. 26[2]).
Inicialmente fue algo emotivo: encontrar un medio en el que
pudiera ver que había cierto grado de libertad para exponer las situaciones que
vivimos en el estado. La cuenta de Twitter la hice luego de tomar la
administración de una página previa,[3] en la que sus administradores
originales dejaron de publicar luego de la ejecución de la administradora de
Nuevo Laredo en Vivo; me hice cargo de la página, y separé los reportes de
[SDRs] (situaciones de riesgo) y los casos de desaparecidos para organizar
mejor las publicaciones y dar relevancia a esos casos, pero al hacer eso en la
página me expulsaron y me quedé solo con Valor por Tamaulipas.
La aparición de Valor por Tamaulipas en las redes sociales
se da a principios de 2012[4] y su actividad es de tal magnitud y alcance que
rápidamente adquiere un gran reconocimiento por parte de la comunidad virtual.
Llama la atención la capacidad de este supuesto usuario ciudadano de manejar
tal cantidad de información y ubicaciones dentro del estado, sin aparentemente
contar con un equipo bien entrenado, ni estar localizado simultáneamente en
todas las regiones estratégicas de la entidad. No obstante lo anterior, y
alegando colaboración ciudadana, esta plataforma virtual extiende su influencia
considerablemente y gana un gran número de adeptos. Por el tipo de reportes e
información difundida, VxT llega a ser fuente obligada para todos aquellos que
deseaban conocer la situación de seguridad en esta entidad del noreste
mexicano.
Después de aproximadamente un año de reportar en forma
masiva y de tener un gran éxito en las redes sociales, se reporta la primera
supuesta amenaza en contra de Valor por Tamaulipas. El mismo usuario comunica
que en la capital del estado de Tamaulipas, Ciudad Victoria, circulan cientos
de volantes por medio de los cuales se pide recompensa para dar con su paradero.
De acuerdo con la fotografía tomada y difundida por el usuario, se pedían “600
mil pesos para el que [aportara] datos exactos del dueño de la página de Valor
por Tamaulipas o en su caso familiares directos … papás o hermanos, hijos o
esposa” (Proceso, 2013b). Días más tarde, difunden en YouTube la supuesta
ejecución de un colaborador de Valor por Tamaulipas (Proceso, 2013a).
Dichas amenazas son condenadas inmediatamente por la prensa
nacional y la opinión pública en el estado y en el país en general. Estos
hechos se ven como intentos de censura por parte de la delincuencia organizada
y reciben una gran cobertura por parte de la prensa nacional, y principalmente
por la revista Proceso, quien utiliza frecuentemente en sus notas sobre
Tamaulipas información proveniente de la página de Facebook del usuario (ver
Apéndice 1). En diversas ocasiones, dicha información ha sido copiada intacta o
casi intacta, lo que claramente constituye un plagio por parte de un medio de
comunicación formal impreso que con una “política de proteger a sus reporteros
y corresponsales” en zonas de algo riesgo utiliza información de una página web
administrada en forma anónima.
La corresponsalía de la revista Proceso en Tamaulipas no
parece haber aplicado la ética periodística en diversas ocasiones pues ha
subido información sin confirmar, algunas veces sin citar el origen de la
fuente y otras veces (cuando cita a Valor por Tamaulipas) sin verificar los
hechos reportados (ver Apéndice 1). Pareciera ser que mucha de la cobertura del
tema de seguridad en el estado por parte de esta revista se hace desde un
escritorio, a través de informantes (anónimos), lo cual pone en duda la calidad
del material y la credibilidad de muchas de las notas sobre esta región del
noreste mexicano.
Es preciso reconocer las limitaciones y riesgos que enfrenta
los periodistas que cubren temas relacionados con narcotráfico y delincuencia
organizada en lugares de gran peligro como Tamaulipas.
Sin embargo, lo anterior
no justifica el uso irresponsable de la información que fluye por las redes
sociales. Revistas de gran circulación nacional como Proceso debería tener más
cuidado en su cobertura de zonas extremadamente violentas y verificar la
información que brindan al público para evitar la desinformación o siembra de
rumores—especialmente cuando la fuente primaria es anónima y por lo tanto tiene
orígenes e intereses inciertos. Desinformar podría considerarse como un acto de
censura en sí mismo, pues limita el acceso a la información y desvía la
atención de lo verdaderamente importante.
En el actual contexto de extrema violencia e
ingobernabilidad en diversas regiones del país, diversos medios de comunicación
hacen lo que Proceso: replican la información sin hacer ejercicios serios de
verificación de la misma. Lo anterior también contribuye a alimentar la
incertidumbre, genera temor y justifica el uso de estrategias o la
implementación de políticas extremas que no siempre operan para beneficio de la
sociedad en general. Las estrategias mediáticas de este tipo empiezan a
difundir una percepción a modo en un contexto en el que el periodismo deja de
aplicar su rigor y hace notas citando fuentes en redes sociales que pretenden
mezclarse con verdaderos reportes ciudadanos, pero que finalmente consiguen
desinformar, desviar la atención de temas clave y justificar acciones de
política impopulares (Chuynews.blogspot.mx, 2013a).
Valor por Tamaulipas gana reputación de credibilidad a
través de medios que suelen cubrir Tamaulipas desde las redacciones sin mucho
entendimiento de las dinámicas de redes sociales ni del contexto de seguridad,
política y económica estado. La mayor parte de los que cubren los temas de
seguridad y redes sociales se han centrado en la participación de la sociedad
civil en las plataformas que reportan SDRs y violencia. Con esta idea en mente,
analistas y periodistas en medios de comunicación nacionales y extranjeros han
destacado la naturaleza “ciudadana” de VxT, principalmente durante los
episodios de censura y supuestas amenazas a este usuario (Monroy-Hernández,
2014; Proceso 2013a, 2013b). Algunos han incluso comparado al personaje con una
autodefensa—como aquellas que han surgido en el estado de Michoacán (Hernández,
2014[5]). Pero, ¿quién utiliza a quién? ¿Valor por Tamaulipas a los medios o
viceversa? ¿quién es Valor por Tamaulipas?
Si se realiza un verdadero ejercicio de verificación de
contenidos y mensajes, así como una
investigación profunda del desarrollo de dicho perfil, es posible poner en duda
el carácter ciudadano de Valor por Tamaulipas. En realidad, existen varios
elementos que lo relacionan con el Estado, y en particular con las fuerzas
armadas. Un análisis de dichos elementos colocarían a esta plataforma, por
consiguiente, como un ejemplo de paramilitarismo cibernético. Sus acciones y perfil
se desvían claramente de los que corresponden o caracterizan a los ciudadanos
comunes. VxT hace además una extensa cobertura de SDRs a lo largo y ancho del
estado, algo extremadamente difícil para una sola persona. Y esto es difícil
sobre todo para un ciudadano bien intencionado sin la formación técnica ni los
recursos necesarios para hace una cobertura tan amplia, no obstante se alegue
colaboración con otros miembros de la comunicad virtual de forma no
institucional.
Existen varios elementos que nos pueden dar idea de los
orígenes paramilitares de la cuenta de Valor por Tamaulipas, así como del
desarrollo de su perfil en este mismo sentido. Desde sus inicios, Valor por
Tamaulipas parece haber estado vinculado al Estado. El carácter paramilitar de
esta cuenta se desarrolla y sobrevive a la fecha. Si se hace un seguimiento
puntual de todos los mensajes y reportes en Facebook y Twitter
(ver https://twitter.com/ValorTamaulipas y
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas) y se examina el lenguaje en algunos
de ellos, se pueden identificar diversos elementos castrenses y frases
relacionadas con las fuerzas armadas.
Asimismo, se asocia a VxT con varias
cuentas que parecen tener también relación directa o indirecta con el ejército
o marina mexicanos (véase, por ejemplo,
https://twitter.com/fenixknight06/status/461706940196728833 y
https://twitter.com/DamonenM). Cabe destacar, sobretodo, aquellas imágenes y
mensajes que promueven y exaltan el papel de las fuerzas armadas en la lucha
contra la delincuencia organizada en México. La siguiente imagen da muestra de
ello:
VxT expresa continuamente su entusiasmo y apoyo a la labor
de las fuerzas armadas. En la entrevista que dio a la revista Emeequis hace un
comentario que parece reforzar nuestra idea de su vinculación cercana con
personal militar en México. Cuando se le pregunta sobre su personaje favorito,
VxT hace de nuevo referencia al ejército de la siguiente manera en la
entrevista (p. 33):
R—¿Cuál es tu superhéroe favorito?
VxT—Mi hermanito (un personaje que en algún momento, hace
unos años, estuvo en el Ejército Mexicano y que aprecio como si fuera mi
hermano).
Según conocedores del tema, “la palabra hermanito se usa en
las fuerzas castrenses como muestra de afecto cuando se hace referencia a
colegas inferiores de rango pero a los cuales se les estima”.
El origen de de Valor por Tamaulipas, como lo conocemos hoy
en día, se da en foros de temas militares, y uno de ellos es todopormexico.org.
“Todo por México” se describe como un portal de entusiastas de las fuerzas
armadas y corporaciones de seguridad. Un miembro participante nos dice que se
manejan rangos como si se tratara del mismo ejército (mando supremo, almirante,
vicealmirante, contraalmirante, etc.). En este caso, el administrador del foro
(Mando Supremo) da los reconocimientos de acuerdo a la participación o
actividad de cada miembro participante. Valor por Tamaulipas surge de este foro
y participa aquí como “CivilBatalion”.
Ver http://www.todopormexico.org/forum.
Valor por Tamaulipas participa en “Todo por México” como
“CivilBatalion”.
“CiviBatalion” es ‘vicealmirante’ dentro de este foro.
El perfil Civilbatalion se suma a las redes de Facebook y
Twitter a principios de 2012 como Valor por Tamaulipas y comienza a reportar
SDRs en el estado de referencia. Son pocos los que reconocen o han mencionado
el vínculo de este usuario o administrador de redes sociales con las fuerzas
armadas (Chuynews.blogspot.mx, 2013b;Hernández, 2013), no obstante que la
relación, directa o indirecta—más bien directa si se toman en cuenta todas
estas observaciones)—parece evidente. Inclusive, en algún momento, el control
de la página parece haber sido asumido por personal militar (o personas que
participaban en el foro “Todo por México”.
Otro aspecto igualmente importante que nos lleva a concluir
que la participación de Valor por Tamaulipas en las redes sociales corresponde
más a acciones de ciberparamilitarismo que a participación ciudadana en la red
o periodismo ciudadano colaborativo, tiene que ver con las imágenes que el
usuario difunde a través de su página de Facebook principalmente—y que en
ocasiones retoma en su cuenta de Twitter.[6] La siguiente es una fotografía que
se difunde en la página de VxT el 11 de abril de 2014 (ver Apéndice 1).
Sería interesante poder conocer el origen de imágenes como
estas, que han sido difundidas a través de esta plataforma de reportes de SDRs
y violencia en Tamaulipas. No obstante, el anonimato que permite la
participación en redes sociales nos impide conocer la fuente de donde provienen
las imágenes. Lo anterior resulta problemático, pues no se conocen con
exactitud los intereses o agendas de aquel que filtró el material. Al parecer,
en este caso, las fotografías fueron tomadas por personal de alguna agencia de
seguridad. Las autoridades son las primeras en tener contacto con la escena del
crimen y parte de sus protocolos—según el Manual del uso de la fuerza, de
aplicación común a las tres fuerzas armadas (SEDENA y SEMAR, 2014)—señalan que
después de responder a una agresión con armas de fuego es necesario documentar
con video o fotos las pruebas de la misma (SEDENA y SEMAR, 2014: p. 13).
Además, las agencias de seguridad tienen la encomienda de no permitir
alteraciones a estas imágenes, por mínimas que sean, y debe evitarse que
personas ajenas al hecho o periodistas accedan al perímetro de la escena del
crimen, con el objeto de no alterar las mismas (PGR, 2012: p. 19[7]).
Algunas de las imágenes filtradas en la página de Valor por
Tamaulipas—y que han sido retomadas varias veces por la revista Proceso (ver
Apéndice 1)—sólo pueden tener origen en quienes están dentro del primero de los
dos cinturones de seguridad establecidos en una escena de crimen (PGR, 2012: p.
24[8]). No son fotos de ciudadanos comunes usuarios de redes sociales—los
cuales, por ningún motivo, tienen permitido el acceso debido al protocolo
establecido. Ni siquiera la Cruz Roja, paramédicos, cuerpos de auxilio, o
Protección Civil pueden acercarse al perímetro si no está resguardado por fuerzas
del orden público. Haciendo un análisis de muchas de las fotos atribuidas a
Valor por Tamaulipas, este usuario y quien utilice las fotos para cualquier fin
(como la corresponsalía de la revista Proceso en Tamaulipas), estarían siendo
los voceros de una filtración ilegal al difundir las imágenes “exclusivas” que
constituyen parte del material pericial a utilizarse en reportes y notas
posteriores.
NOTA: Esta historia continuará en la Parte III de esta serie
de 4 reportes.
APÉNDICE 1. Relación Revista Proceso – Valor por Tamaulipas
La relación entre Valor por Tamaulipas y quien cubre
delincuencia organizada para la revista Proceso en este estado del noreste
mexicano parece haber sido bastante cercana en últimas fechas. La
corresponsalía de Proceso en Tamaulipas ha utilizado la información y
fotografías de la página de Facebook del usuario en múltiples ocasiones;
incluso ha copiado intactas algunas notas. A continuación se presentan algunos
ejemplos:
Información reproducida casi sin cambios:
http://www.proceso.com.mx/?p=371008
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/530099713766038?stream_ref=10
Utilización de imágenes de la página de Internet Valor por
Tamaulipas.
https://www.facebook.com/photo.php?v=548007755308567
http://www.proceso.com.mx/?p=374178
http://www.proceso.com.mx/?p=368528
Utilización de imágenes de la página de Internet Valor por
Tamaulipas.
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/355188647923813
http://www.proceso.com.mx/?p=336035
La siguiente es información sobre el supuesto surgimiento de
grupos de autodefensa en Tamaulipas. Lo anterior nunca ha sido confirmado, pero
Valor por Tamaulipas ha insistido en el supuesto hecho en algunas ocasiones.
Los reportes que se tienen señalan más bien la presencia de grupos armados que
se dicen autodefensas, pero que en realidad son miembros de la delincuencia
organizada que desean justificar sus acciones en contra del grupo contrario y
recibir apoyo de medios y comunidades locales.[9]
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/345151108927567
Llama la atención que en el caso de la creación de este
supuesto grupo de autodefensa, se considere al “ejército mexicano como única
fuerza confiable”.
https://twitter.com/VigilantesM/status/367716691184070656
Se informa que el supuesto grupo de autodefensa es en
realidad el Cartel del Golfo.
Tuit:
https://twitter.com/MrCruzStar/status/367722134623092736
Video:
https://www.youtube.com/watch?v=MtW8-uEUX0w&index=19&list=UUKTlC9rCJfrFIrKFRQqHhZg
http://www.proceso.com.mx/?p=315770
http://www.proceso.com.mx/?p=366435
Esta es la última de varias notas que saca Proceso sobre las
amenazas “no confirmadas” en contra de VxT y de las acciones que toma el
administrador de la página.
http://www.proceso.com.mx/?p=338335
NOTAS:
[1] Hernández, Luis Guillermo, 2014, “@ValorxTamaulipas: La
otra autodefensa”, Emeequis 321, pp. 24-33.
[2] Ver cita en obra antes citada: “@ValorxTamaulipas: La
otra autodefensa”.
[3] Dicha página tenía por nombre “Un Grito de Ayuda por
Tamaulipas”.
[4] La cuenta de Facebook de Valor por Tamaulipas se crea el
1 de enero de 2012, mientras que la de de Twitter aparece un mes y medio
después, el 16 de febrero del mismo año.
[5] Ver “@ValorxTamaulipas: La otra autodefensa”.
[6] Cabe destacar que la página de Facebook. de Valor por
Tamaulipas fue suspendida temporalmente
el 9 de julio se 2014, al subirse fotografías que se consideraron inadecuadas
(fotos de ejecutados) según las reglas de la plataforma en Internet. La página
reanuda actividad, pero ya no con el mismo dinamismo de antes, especialmente de
aquel que tenía en 2012 y 2013.
[7] Procuraduría General de la República (PGR), 2012,
Protocolos de cadena de custodia. Dos grandes etapas: preservación y
procesamiento, México, D.F., Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE),
PGR.
[8]Ver también PGR, 2012, Protocolos de cadena de custodia.
[9] Lo anterior tampoco ha sido confirmado por fuentes
oficiales, pero la versión se repite entre algunos pobladores de las zonas aquí
mencionadas (Chuynews.blogspot.mx, 2013a).
Publicado originalmente en nuestraaparenterendicion
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