lunes, 19 de octubre de 2015

@MIUT3: UN AÑO DE IMPUNIDAD

La desaparición y probable ejecución de la activista de redes sociales conocida como “Felina” en Reynosa,  quebró a la comunidad virtual en Tamaulipas, hay diferentes  versiones sobre el desarrollo de los lamentables acontecimientos, no se sabe de avances en la investigación, surgieron pistas que probablemente no se han seguido, hay  un claro mensaje de impunidad.

Persiste el misterio sobre el secuestro y muerte virtual de la doctora y activista que usaba las cuentas de @miut3 y @RespxTamaulipas (cambio a @AyudaxTamps en 2013) para reportar actividades del crimen organizado y hacer labor altruista respectivamente.

Reportes de seguridad, altruismo y crimen organizado

En el mes de junio de 2014 inicio una campaña de denuncias en redes sociales, con origen no oficial contra grupos delincuenciales, la doctora fue una férrea promotora de esta campaña en la red social Twitter, esto la hizo blanco de criminales, pero ninguna organización criminal firmo la presunta ejecución de @Miut3 ni apareció el cadáver, recordemos en caso de María Elizabeth Macías Castro “La nena de Laredo” donde su cuerpo decapitado fue dejado en la vía pública con una cartulina firmada por “los zetas” dejando así un contundente mensaje.



Activismo y amenazas

El expediente del caso  en la agencia del ministerio público especializada en desaparecidos,  tiene nombres de usuarios de la red social twitter en Reynosa, aportados por el marido de la doctora en su declaración, hay líneas de investigación que no se han seguido, algunos activistas dieron pistas sobre el origen de amenazas hechas desde perfiles anónimos a @miut3, entre ellos el de @garzalaura142


La cuenta @garzalaura142 estuvo amenazando a la activista días antes de su desaparición, también hizo menciones a @Miut3 cuando ya había sido secuestrada y avisa que mandaría un regalo a @Bandolera7  en los días siguientes.



La ultima mención que @miut3 hizo fue a un usuario con la cuenta @THETOPO2992, cuenta que fue suspendida inmediatamente después de la publicación de los últimos tweets de la doctora escritos por los plagiarios desde su celular.


Debido a la falta de una investigación seria, la comunidad virtual recurre a especulaciones y rumores tratando de buscar sentido a explicaciones no dadas, así filtraciones e investigaciones independientes, “esfuerzos ciudadanos, ubicaron al presunto autor material del secuestro y lo identifican como Jaime Rangel Dávila, al revisar el material gráfico disponible se llega a dos perfiles en Twitter @GringoJrd  (perfil creado el 5 de octubre de 2012) @jaimedavilaran1  (perfil creado el 8 de julio de 2014)

¿Cómo saber si esta información es real? No se puede dar por hecho que la información generada desde Valor por Tamaulipas esta verificada, investigaciones recientes prueban  que desde esta plataforma  se ha sembrado información a modo, para distorsionar percepciones sobre la guerra contra el crimen organizado. ¿La Procuraduría General de Justicia del Estado agrego esta información al expediente?


                                                                                                                                                  
Manipulación mediática

La cuenta @ValorTamaulipas distorsiono la información vendiendo la idea de que la doctora era su colaboradora, lo cierto es que el quito la administración de una página a la doctora desde el 2013 y la exhibió públicamente por un desacuerdo en la forma de administrar la plataforma social, la doctora ejercía su activismo de manera independiente.

Golpe y censura a la comunidad virtual

Con la desaparición de la doctora Rubio la campaña de denuncias en redes sociales ceso, el golpe fue contundente hacia la comunidad de usuarios de redes sociales en Reynosa y el estado, cientos de cuentas que reportaban situaciones de riesgo desaparecieron, otras más cambiaron de nombre, el temor permeo en cada usuario del hashtag #Reynosafollow , la comunidad virtual se polarizo en una serie de acusaciones.

Con acciones de este tipo los ciudadanos periodistas y usuarios de redes sociales en zonas de silencio están padeciendo las mismas tácticas de censura y terror que se ha utilizado durante mucho tiempo contra periodistas formales, una mezcla de intimidación, cooptación, violencia, divisiones, chismes e impunidad para ejercer control sobre las verdades históricas

Anonimato y sociabilidad

La doctora Rosario aunque usaba un perfil anónimo confiaba mucho en las personas refieren amigos cercanos a ella, socializaba con tuiteros sin conocerlos previamente, con algunos en ocasiones se reunía, en sus días cotidianos los reportes de sus actividades personales se mezclaban con los de situaciones de riesgo o denuncias.




Nuevas pistas

A un año de la desaparición de la activista conocida como “Felina” se cuenta con nueva información, una serie de mensajes privados da indicios de que la doctora se habría entrevistado con un integrante del crimen organizado en mayo del 2014, lo que motivo un acoso donde se revelo profesión y ubicación de su domicilio, su identidad había quedado al descubierto.


Las cuentas @garzalaura142 y @angelnegro59 estuvieron en línea hasta que se denunció públicamente que habrían indicios de llegar al autor de cada perfil, los perfiles de twitter fueron eliminados, uno en noviembre del 2014, otro en octubre del 2015. Un día después de la desaparición de la doctora el 16 de octubre del 2014, la comunidad virtual pidió que se reportara la cuenta @miut3 para que fuera suspendida, en un intento por sacar de línea la perturbadora imagen de su cuerpo inerte y ensangrentado con la mirada vacía, en su propio perfil de twitter, la cuenta fue suspendida, así se perdió valiosa información que hubiera ayudado en las investigaciones.

En el estado hay miles de desaparecidos, este caso es emblemático porque manda un mensaje de impunidad, cualquier activista y usuario de redes sociales puede ser víctima sin consecuencias, aun con toda la atención generada por los medios alrededor del orbe no se esclarecieron los hechos y no se ha avanzado en las investigaciones. La inacción del gobierno muestra que los usuarios de redes no alineados son otro sector tachado de revoltosos, así actores violentos tienen luz verde para depredar

Blindaje ficticio, sin miedo al crimen organizado

La doctora no bajo su perfil después de haber sido identificada, contrario a lo que sugiere mesura aumento su activismo y lenguaje ofensivo en contra de los criminales, a principios de octubre de 2014 fue lanzada otra amenaza a usuarios de redes después de la publicación de la foto de una persona abatida, presunto integrante de un grupo delincuencial conocido como “Polimenso”. “con POLIMENSO muerto no se acaba la SANGRE les decimos que apenas empieza”  escribió @VANASONARBOFO en Twitter.



La doctora se sentía protegida por el supuesto apoyo de los perfiles que se ostentan como  integrantes de las fuerzas armadas en las redes sociales, perfiles que manejan la campaña no oficial de denuncias ciudadanas. La doctora fue el vínculo sociedad–“Fuerzas Armadas” por la simpatía que generaba entre sus seguidores, lo que por desgracia la hizo el rostro visible de dicha estrategia.




La relación de colaboración de la doctora con “corporaciones de seguridad” le daba acceso a material exclusivo, material que se filtraba a las redes por medio del perfil @Miut3, esta dinámica de colaboración distribuida generaba denuncias e inteligencia.

La recién creada Fiscalía Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PGR debe atraer el caso, se necesita certeza en el desarrollo de los hechos que llevaron a la desaparición de la doctora Rosario Fuentes Rubio y sobre todo #JusticiaParaMiut.

¿Y la policía cibernética apa?

@MrCruzStar

Publicado originalmente en Breitbart


lunes, 12 de octubre de 2015

GOBIERNO DE TAMAULIPAS USO SOFTWARE DE HACKING TEAM



REYNOSA, Tamaulipas — Correos publicados en wikileaks revelan que el gobierno de Tamaulipas adquirió  software de la empresa HakingTeam en el 2014, año clave en la estrategia de seguridad del estado.

Tamaulipas Hacking Team website

Los 316 correos de HackingTeam sobre Tamaulipas están disponibles en línea, la información revela las negociaciones para adquirir el software, costo y la capacitación a personal de gobierno del estado. HackingTeam es uno de uno de los diez contratistas de ciberdefensa más importantes de Europa.

La empresa ofrece entre sus productos un programa capaz de infiltrar terminales móviles de forma anónima y extraer todos sus datos. Las  fechas de las negociaciones y compra  coinciden con el proyecto lanzado en Mayo del 2014 cuando el gobierno de Tamaulipas en conjunto con el gobierno Federal implementó una nueva fase en la estrategia de seguridad.

Información obtenida en los correos filtrados indica que el usuario final es una especie de unidad secreta dentro de la policía, el software adquirido  tuvo un costo de 323 mil dólares.

Tamaulipas Hacking Team instructions

¿Defensa preventiva u ofensiva?

La corporación de seguridad del estado denominada “Fuerza Tamaulipas” ha venido asestando importantes golpes a los grupos de delincuencia organizada en el estado, labores de inteligencia apoyadas en el uso y monitoreo de redes sociales les provee información sobre las estructuras del crimen.

Algunos activistas en internet que usan las plataformas sociales para reportar situaciones de riesgo, actos de corrupción por parte de las fuerzas armadas y gobierno, han estado sufriendo el acoso de actores “no oficiales” estos perfiles anónimos operan amedrentando y revelando información personal que pone en riesgo la seguridad personal de “los agitadores”.

El probable uso ilegal de este software para contrarrestar la protesta social obstaculiza las labores ciudadanas para la prevención de riesgos, en un estado donde el combate de las instituciones de gobierno a grupos del crimen es frontal, pero las batallas se dan en espacios urbanos y públicos que ponen en riesgo a la población civil.


Una fuente oficial consultada indico que el software adquirido se usa en labores de monitoreo, para prevenir infiltraciones a las tareas de seguridad y administración de gobierno. La información publicada por wikileaks no sería posible obtenerla por medio de canales oficiales, el hackeo a la empresa italiana revelo que varios gobiernos de estados en México están haciendo uso de software de espionaje.

Publicado originalmente en Breitbart

CARTEL CHRONICLES: CORRUPCION EN FUERZAS ARMADAS DAÑA GUERRA CONTRA LAS DROGAS


REYNOSA, Tamaulipas — El enemigo dentro de las filas de los que luchan contra el crimen organizado se llama corrupción. La lucha contra el crimen organizado en Tamaulipas tiene un enemigo invisible, uno con mucho poder, uno muy grande que obstaculiza los intentos por pacificar al estado e incluso amenaza con ganar esta guerra.

El gobierno federal implemento una nueva estrategia de seguridad para el estado de Tamaulipas en el noreste de México en Mayo del 2014. Tamaulipas es un estado que lleva poco más de 5 años de conflictos armados entre grupos del crimen organizado y fuerzas federales.

La reorientación de políticas en el combate al crimen organizado obedece a la próxima llegada de capitales transnacionales.  La oportunidad de inversiones en el rubro de energía se hizo posible cuando se concretó  la reforma energética. En dicha reforma Tamaulipas es un estado clave por sus recursos naturales, la reforma se hizo prioritaria una vez que asumió el poder en la presidencia de la republica el Lic. Enrique Peña Nieto. Cuando se aprobó la reforma la pacificación del estado se convirtió en algo de imperiosa y urgente necesidad.

La nueva estrategia va de la mano con una intensa campaña de denuncias ciudadanas en medios de difusión tradicionales, redes sociales e incluso se llegó a ver material impreso en envoltorios de tortillas.

En redes sociales, se dio de forma peculiar mediante el uso de perfiles que simulan ser ciudadanos comunes (sockpuppet), otros más se muestran abiertamente como integrantes de las fuerzas armadas, algunos ciudadanos comunes y activistas de redes sociales son cooptados para cambiar percepción y motivar las denuncias ciudadanas en redes sociales.

El método empleado es necesario en un estado donde la sociedad desconfía de las instituciones de gobierno debido al negro historial de políticas fallidas, corrupción y simulación, los ciudadanos activistas gozan de la confianza del ciudadano promedio por lo que es el medio perfecto para incidir en dinámicas de denuncias ciudadanas.

La sociedad civil es involucrada mediante un evento con el fin de ganarse sus simpatías en una acción conjunta de los tres niveles de gobierno, en agosto del 2014 se lleva a cabo la  Exposición “Fuerzas Armadas y Sociedad Civil, Unidos por los Valores en Tamaulipas”

Fuerzas armadas y sociedad civil conviven mientras ven  el rostro amable de las milicias el cual es presentado en un estado como Tamaulipas que está completamente militarizado. Un estado  donde la pérdida de garantías individuales se justifica en pro de la seguridad común.

Los canales alternos de denuncias carecen de un sustento oficial y son terreno para agendas de cualquier índole, estos carecen de transparencia y no hay forma de saber a quién está llegando la información de los ciudadanos.

Un ejercicio periodístico del diario 24 Horas verifico con la secretaria de la defensa nacional (SEDENA) el uso y difusión de un correo electrónico y contactos usados en redes sociales, La respuesta oficial fue que no corresponden con los canales autorizados de contacto con la población.

En un clima enrarecido, donde no se puede verificar el origen, esta incertidumbre es aprovechada para diversos fines.

Una fuente de gobierno que pidió anonimato denuncia que hay al menos un grupo dentro de la milicia que usa la inteligencia generada en redes sociales para la extorsión, capturas y posterior liberación de cabecillas del crimen organizado las cuales se llevan a cabo en la clandestinidad

Los logros importantes mediante la aprehensión o abatimiento de mandos de primer nivel en las organizaciones criminales por parte de fuerzas del estado son opacados por estas acciones que merman más la confianza del ciudadano común en sus instituciones, el enemigo tiene rostro civil e institucional es la percepción general.

En el marco de estas acciones se dio el lamentable secuestro y posterior difusión de la presunta muerte de la activista de redes sociales conocida como @Miut3 en twitter el 16 de octubre del 2014.



Dicha activista virtual  había estado colaborando activamente en la difusión de la campaña de denuncias ciudadanas contra el crimen organizado en internet, denuncias que apoyaba con material fotográfico de primera mano una vez que se capturaba o abatía a algún criminal por parte de las fuerzas armadas.

Esta filtración de contenido grafico que solo se puede obtener dentro del primer cinturón de una escena de crimen indica su colaboración directa con instituciones de seguridad del gobierno, así como una violación al protocolo de cadena de custodia por parte de las fuerzas armadas.

La relajación en la aplicación del estado de derecho, las formas no institucionales de operar y la constante violación de garantías individuales ha jugado en contra de la sociedad civil, pero también contra las mismas instituciones. Los niveles de impunidad permiten los excesos e ilegalidad en estas corporaciones y en algunos casos el delincuente termina siendo quien debería garantizar el orden y la seguridad.

El último caso conocido públicamente de corrupción se dio en  la ciudad de Matamoros este mes, donde fueron detenidos un total de  21 elementos de la policía federal por elementos de su misma corporación. Los oficiales fueron  acusados de privación ilegal de la libertad de un empresario.  Trece de estos fueron detenidos cuando se disponían a cobrar el rescate.

La nueva estrategia está siendo contaminada y no consigue sus objetivos en estos momentos. Los ciudadanos de Tamaulipas deberán seguir esperando para recuperar la paz; la sociedad seguirá siendo rehén de la inseguridad mientras no se implemente un verdadero orden que incluya coordinación y vigilancia sobre la actuación de las fuerzas armadas.

Publicado originalmente en Breitbart

CARTEL CHRONICLES: #REYNOSAFOLLOW EL PRINCIPIO DE LA RESISTENCIA CIBERNETICA


REYNOSA, Tamaulipas — En el estado de Tamaulipas al noreste de México, donde la guerra entre carteles del narcotráfico y el combate del gobierno federal a estas organizaciones criminales han puesto constantemente en riesgo a los habitantes. El lugar donde los medios de comunicación fueron silenciados al inicio de las confrontaciones armadas más fuertes en el año 2010 y el asesinato de varios reporteros provoco la censura por miedo o coacción criminal. El mismo lugar donde se vive el abandono por parte del gobierno  y la negación oficial de la problemática vivida.

Este vacío de información  fue cubierto por la misma población valiéndose de redes sociales, el cerco de información y la negación institucional fueron derribados por las comunidades virtuales. La autodefensa en 140 caracteres inicia en twitter el 23 de febrero de 2010 con la creación del hashtag #Reynosafollow, un canal para reportes de situaciones de riesgo, una comunidad virtual emitiendo alertas de autoprotección, enfrentamientos armados, atentados con granadas, retenes del crimen organizado empiezan a ser reportados en tiempo real para la prevención de riesgos a los ciudadanos, el espacio virtual y anonimato hicieron posible esta solida red y solidaridad comunitaria.

Cuando un video grabado después de una gran batalla en Ciudad Mier es viralizado en las redes sociales , esto pone a Tamaulipas en el plano internacional. Los medios que empiezan a cubrir los eventos de violencia en el estado se nutren de información por los reportes de ciudadanos, puesto que no es posible bajo ningún modo tener a corresponsales en el estado.  El ciudadano en el proceso adopta protocolos de seguridad y de verificación de información,  información que es curada en un ejercicio colectivo. Se adoptan métodos del periodismo tradicional, y las frases “ciudadanos periodistas”, “ciberactivistas” “autodefensas cibernéticas” se lee en medios alrededor del mundo.

Por cinco años esta solida red de activistas virtuales se ha mantenido constante y funcional, durante este tiempo se ha intentado silenciar a la comunidad por medio de troles, infiltrados, campañas de miedo y  amenazas que han intentado socavar la organización social.

El asesinato de dos usuarios en el estado, uno en el año 2011 @SOLnuevolaredo (la Nena de Laredo) en la ciudad de Nuevo Laredo y @Miut3 en 2014 en la Ciudad de Reynosa han representado duros golpes a la comunidad virtual en Tamaulipas, sin embargo la necesidad de auto protección ha podido más que esos intentos por desmantelar las redes virtuales de alertas de seguridad.

En el quinto año de resistencia cibernética el ataque a la comunidad tiene dos frentes, por un lado las organizaciones criminales que se han visto afectadas por las campañas de denuncia y exhibición publica de sus actividades, por el otro el gobierno que pretende mostrar una imagen de paz y seguridad publica en el estado.

La audiencia del hashtag #Reynosafollow es grande, para el ciudadano común es un acto rutinario verificar los reportes de seguridad en redes antes de iniciar las actividades cotidianas en la ciudad de Reynosa, en este lugar las redes sociales son herramientas de supervivencia.

publicado originalmente en Breitbart

PARAMILITARISMO CIBERNÉTICO. VALOR POR TAMAULIPAS (PARTE 3 DE 4)


De acuerdo con la investigación realizada—y cuyos resultados fueron publicados en una entrega anterior, Valor por Tamaulipas parece formar parte de una estrategia de corte paramilitar en la ciberguerra contra el narco en México. Los objetivos de dicha estrategia y sus acciones correspondientes son claros—al igual que en cualquier operación que hace uso de paramilitares—pero lo que sí puede afirmarse es que la participación de este usuario en redes sociales ha contribuido a informar sobre la situación de extrema violencia que impera en uno de los estados más peligrosos de México. Dicha información nos dibuja un estado ingobernable, extremadamente corrupto y bajo control de la delincuencia organizada en diversas regiones.


Esta situación de tremenda inseguridad justificaría de alguna manera el uso del las fuerzas armadas en labores de seguridad pública, es decir, la militarización del estado para retomar el control de los territorios que han estado en manos de la delincuencia organizada. Es importante destacar que aunado a esta aparente estrategia ciberparamilitar, la participación de este usuario de redes sociales ligado a fuerzas del Estado podría también tener como objetivo magnificar la situación de inseguridad y sembrar aún más el terror para seguir legitimando las acciones de gobierno en tierra. Esta estrategia parece haber estado operando en el país desde el inicio de la guerra en el ciberespacio—recordemos los casos de censura a usuarios de redes sociales en Nuevo Laredo, el desarrollo de la plataforma de Blog del Narco y la Operación Cartel.


En el estado de Tamaulipas, donde las redes sociales se usan principalmente para la prevención de SDRs en el contexto de la guerra entre organizaciones criminales y de estas contra el gobierno como tercer actor, algunos usuarios de redes sociales, blogueros, tuiteros, entre otros, manejan una estrategia de desinformación, así como campañas de miedo mediante la difusión de información falsa y rumores (Chuynews.blogspot.mx, 2013a: párr. 3). Este parece ser también el caso de Valor por Tamaulipas en algunas ocasiones; y dichas acciones parecen estar alimentadas por la participación de otros medios formales que operan con una dinámica de reportar sin confirmar hechos (ver Apéndice 1 en la entrega anterior, Parte II de esta serie). En este contexto, “el morbo [ha encontrado] un público ávido de información” (Chuynews.blogspot.mx [blog], 2013b) que, por simple protagonismo o incentivos materiales,[1] contribuye en cierto modo a una estrategia específica de Estado apoyada en la desinformación.


La información que comunica VxT no es del todo certera. En diversas ocasiones, hay evidencia de que Valor por Tamaulipas ha contribuido a la estrategia de desinformación, así como a campañas de miedo mediante la difusión de información falsa, diseño de montajes por imágenes en redes sociales y viralización en las redes mismas—utilizando además los denominados bots (ver Apéndice 2 y Chuynews.blogspot.mx, 2013a). Los patrones son visibles a quien presta atención a los detalles, y encuentra: volantes plantados; mantas inventadas; imágenes que no pudieron ser tomadas por usuarios comunes por la distancia y el riesgo de estar en una escena de crimen; mantas idénticas en escritura y patrones, que no puede colgar fácilmente un delincuente de organización contraria a el grupo local por el riesgo que le representa ser visto por un halcón u operativo de fuerzas armadas; entre otras acciones que dan cuenta de la existencia de paramilitarismo en las redes sociales.


Existen diversos ejemplos de este tipo de acciones y aquí se describen dos momentos importantes en los cuales se registran montajes muy claros. En el primer caso, el objetivo parece ser sembrar el miedo y desviar la atención con información falsa sobre posibles confrontaciones entre dos violentos grupos de la delincuencia organizada. El segundo incidente, que analiza las supuestas amenazas al administrador de la página VxT, pudo haber tenido como fin también sembrar el miedo entre la comunidad virtual y ejercer la censura a través de una supuesta amenaza que podría extenderse a otros usuarios que reportan SDRs en redes sociales. Ambas acciones se pensaron quizás con la intención de controlar a la opinión pública, atemorizarla, y justificar así la continuación y reforzamiento de la estrategia militar anti-drogas/anti-delincuencia organizada.


El 13 de marzo de 2014 aparece la siguiente manta en la página de página de Facebook de Valor por Tamaulipas. Dicha manta se coloca supuestamente en Ciudad Victoria y anuncia la llegada de un grupo afín al Cartel de Sinaloa a la capital del estado, que es supuestamente una plaza de los Zetas. El mensaje iba dirigido a miembros de los Zetas, lo que anticipaba una fuerte confrontación entre dos poderosos grupos de la delincuencia organizada a nivel nacional. Dicho evento es inusual, pues nunca se habían tenido anteriormente reportes de intentos de entrada de miembros del Cartel de Sinaloa a esta ciudad—y esto hace sentido, puesto que no existe incentivo material para que los sinaloenses deseen entrar a la capital tamaulipeca. Cabe destacar que es muy difícil para un ciudadano común y corriente fotografiar una narcomanta de este tipo por el riesgo que esto implica, como se expresó anteriormente. Además, la caligrafía utilizada en la manta no corresponde a la que se aprecia en todas las demás ocasiones—en este caso, el mensaje parece haber sido escrito por una joven estudiante de secundaria o preparatoria.


A raíz de esta publicación—que dejó muchas dudas por el estilo utilizado y los actores mencionados en el conflicto—se realizó un ejercicio de verificación de reportes. Es decir, se trató de confirmar la idea que se tenía que desde la plataforma de Valor por Tamaulipas se trataba de manipula a la opinión pública con información no siempre certera y en apoyo a ciertos intereses, aprovechando la confiabilidad que muchos habían depositado en ella. 


Entonces se elaboró un perfil falso en Twitter de un importante integrante del Cartel del Golfo (un grupo que no tenía nada que ver con la manta mencionada), quien mandaría un mensaje de apoyo al Cartel de Sinaloa. Se creó entonces una cuenta a nombre de Jesús Alejandro Leal Flores (alias “El Metro 24” o “El Simple”), influyente líder del CDG en Reynosa, y el 19 de marzo de 2014 se envió el siguiente mensaje de apoyo en forma de tuit y en el hashtag con mayor audiencia en la región, #Reynosafollow:


Aquí, “El Simple” ofrecía ayuda a la fracción del Cartel de Sinaloa que supuestamente se encontraba presente en Ciudad Victoria para luchar contra los Zetas. En unas pocas horas, se encontró en la página de VxT una nueva fotografía de otra narcomanta más reciente que había retomado esta idea y hablaba del apoyo que daría el Cartel del Golfo al de Sinaloa en un intento por acabar con los Zetas. Dicho mensaje abría la posibilidad de una confrontación sangrienta en la capital del estado, que podría tener graves consecuencias para los habitantes de la misma. 


La reacción por parte del administrador de VxT fue sorprendente, pues se tomó la idea de un tuit enviado desde una cuenta falsa creada para tal fin. Pereciera ser que a VxT le gustó la idea sembrada en el popular hashtag local, pues servía a sus objetivos de sembrar temor y decidió fabricar una nueva narcomanta.


Lo interesante de esta nueva manta fue que utilizaba la misma caligrafía que la primera que se subió a la página de Facebook—aunque supuestamente el mensaje era enviado por diferentes personas (uno era comunicado por el “Mini Lic.” de Sinaloa y la otra manta estaba firmada por “El Simple” del Cartel del Golfo). Debido a que ambas mantas utilizan la misma caligrafía, puede pensarse que fue la misma persona la que redacto ambas mantas; esto representa un gran descuido pues supuestamente estas pertenecían a diferente organización criminal. 


Es muy probable que VxT haya sembrado estas mantas, pues a la fecha se tiene conocimiento de que sólo aparecieron ahí, en su página de Internet.
Finalmente, otro elemento curioso que se ha comentado en varios círculos y que vale la pena mencionar, es la aparente silueta de un militar quien pareciera estar tomando la foto de la segunda manta. Si observamos con cuidado la segunda imagen que se subió a la página, podemos ver la silueta, lo que nos llevaría a pensar que en realidad fue un militar quien tomó la fotografía. Si es verdad lo anterior, tendríamos aún más elementos para ligar a Valor por Tamaulipas con personal del ejército y para apoyar la idea de la existencia de paramilitarismo en redes sociales en la era de la guerra contra las drogas en México.


Otros eventos que vale la pena mencionar y que tiene que ver con una estrategia de desinformación, manipulación de la opinión pública e intento de censura en redes sociales, fueron las supuestas amenazas que recibió el administrador de Valor por Tamaulipas a principios de 2013. Ya para noviembre de 2012, el usuario denunciaba una amenaza por correo (este mensaje solo fue visto por él). Pero fue en febrero de 2013 cuando VxT recibe supuestamente una nueva amenaza—y ahora pública—en un volante cuya imagen sale de la misma página. Más adelante se reproduce la noticia citando cientos de volantes distribuidos en distintas partes de la ciudad capital del estado.


Los medios reproducen esta nota sin verificarla independientemente y aseguran la naturaleza ciudadana del usuario (también sin verificarla), pero toda la mecánica de la operación y la amenaza en sí planteaban serias dudas (Chuynews.blogspot.mx, 2013b). ¿Dónde estaban los demás volantes? ¿Cómo se distribuyeron? ¿Quién los distribuyo y con qué fin? No era claro de dónde provenía la amenaza, y más delicado aún, no se sabía si la amenaza era cierta. Debido a que el único volante del que se tenía conocimiento real fue el que mostró Valor por Tamaulipas en su página web, fueron surgiendo más dudas y entonces nos dimos a la tarea de buscar en redes y hacer algunas entrevistas a habitantes de Ciudad Victoria el día de los hechos para verificar la existencia de los múltiples volantes. El resultado de este ejercicio fue que nadie llegó a ver el volante, ni llegó a tener uno físicamente (Chuynews.blogspot.mx, 2013b).


Lo anterior es problemático, pues pone en duda la autenticidad de la amenaza contra el famoso usuario de redes sociales de Tamaulipas. No obstante lo anterior, la historia es difundida de forma masiva por medios de comunicación (comenzando por la revista Proceso), quienes dan por válida la información presentada por el supuesto perfil ciudadano. Haciendo un análisis profundo de la situación—y tomando en consideración la información disponible con respecto a los antecedentes y desarrollo de VxT—es posible pensar que nos encontramos frente a una estrategia más compleja y de más largo alcance que hace uso de la victimización, a través de amenazas sembradas y una amplia cobertura mediática, con el fin de generar empatía en el ciberespacio. 


Victimización y empatía se fomentan además a través de frases como la siguiente: “Administrar este sistema de colaboración ciudadana me costó la vida, sólo espero que no me cueste la de mi familia” (Hernández  2014: p. 32[2]). El patrón constante es que VxT es la primer fuente de esas amenazas, que podrían aplicar a cualquier otro ciudadano común. Mediante esta estrategia, se logra también atemorizar a otros usuarios de redes sociales y consolidar el monopolio de reportes de SDRs en el ciberespacio.


Finalmente, es importante hacer una crítica a la cobertura mediática de este capítulo de la ciberguerra contra el narco en México. Nuevamente—al igual que en el caso de #OpCartel, los momentos más recientes en la vida de Blog del Narco, y otros intentos de censura en redes, incluyendo el asesinato de María Elizabeth Macías, la Nena de Laredo[3]—los medios de comunicación en general dan como válida información e imágenes visuales proveniente de perfiles anónimos en redes sociales sin verificar la veracidad de las historias ni el origen de la(s) fuente(s). Esta vez (así como en los otros casos aquí analizadas), con la ayuda de los medios de comunicación formales se facilitan las campañas de desinformación y manipulación de la opinión pública.


APÉNDICE 2. Los bots
Un bot es un perfil falso creado para inflar cuentas haciendo que un usuario parezca más popular de lo que realmente es.
Este perfil es también utilizado para mostrar un apoyo ficticio a propaganda en redes sociales al dar “retweet” (RT)[4] en Twitter o un “like” en Facebook[5].
Los bots se usan también para atacar a personas reales en redes sociales, desacreditar, usurpar identidades y manipular opinión colectiva.
Estas personalidades ficticias llegan a ser humanizadas a través de la introducción de una imagen y nombre de una persona real; así llegan a formar parte de una audiencia ”creíble” o un grupo de “activistas” que comunican en Internet mensajes de apoyo a o en contra de alguna estrategia, campaña o política específica.
En ocasiones, los bots son utilizadas para sabotear tendencias en Twitter, al inundar de información basura los #Hashtags populares del momento.
Estas cuentas se manejan con ayuda de plataformas como Tweetdeck y Hootsuite, que permiten manejar múltiples perfiles al mismo tiempo.
Existen empresas de social media que se especializan en la creación de este tipo de perfiles al ofrecer su servicio a clientes del sector público o privado; no obstante, cualquier persona con tiempo disponible y un objetivo definido, puede crear su propio pequeño ejército de bots.

NOTAS:

[1] Esto podría aplicar al caso de la revista Proceso en su cobertura del tema de la seguridad en el estado de Tamaulipas.

[2] Hernández, Luis Guillermo, 2014, “@ValorxTamaulipas: La otra autodefensa”, Emeequis 321, pp. 24-33.

[3] En el caso de la Nena de Laredo, se tiene entendido que “las fotos que algunos medios han difundido de ella son falsas. Las tomaron de Internet sin mayor verificación y cruce de información (Vargas, 2012: párr. 19). También se ha podido corroborar “que [ningún medio] ha publicado la  imagen real de ‘La Nena de Laredo’. En esta cadena de silencios y equivocaciones, la verdad parece cada día más lejana. Con el paso de los meses, parece que el caso quedará en el olvido” (Vargas, 2012: párr. 20).

[4] Esto significa compartir un tuit a todos los seguidores en tu cuenta de Twitter.

[5] A través de un “like”, los usuarios de una cuenta de Facebook señalan si les gusta o están de acuerdo con cierta información o comentario de otra persona en esta red social.

Publicado originalmente en nuestraaparenterendicion


PARAMILITARISMO CIBERNÉTICO. VALOR POR TAMAULIPAS (PARTE 2 DE 4)



Esta es la segunda de cuatro historias sobre lo que denominamos “paramilitarismo cibernético” en México. “Este fenómeno se encuentra ligado de cierta manera con la llegada de los Zetas y sus prácticas militares/paramilitares, que complican los esquemas de violencia y delincuencia organizada en México y que se intensifican aún más con la inclusión del ejército en tareas de seguridad pública.” Como se mencionó en la primera historia sobre el tema, “el conflicto en México en el marco de la denominada guerra contra el narco se reproduce en las redes sociales. Por consiguiente, existe la posibilidad de que los casos de paramilitarismo observados en el conflicto real se trasladen también al ciberespacio. En efecto, a través de un seguimiento puntual del desarrollo del conflicto en las redes sociales, es posible observar la presencia de prácticas paramilitares y de usuarios con perfil militar que no se asocian directamente a las fuerzas armadas, pero que, al parecer, mantienen un vínculo directo con el Estado. Estado, sociedad civil y delincuencia organizada no son los únicos actores que participan en la ciberguerra contra el narco en México. Al mismo tiempo, hay evidencia de la existencia de prácticas y actores paramilitares en el ciberespacio.”

En la entrega anterior, se analizó la operación en redes conocida como “#OpCartel” que se llegó a atribuir al grupo de hacktivistas de Anonymous. La presente historia y la siguiente analizan a detalle la participación de Valor por Tamaulipas, un popular usuario de redes sociales que maneja un aparente perfil ciudadano, pero que al mismo tiempo exhibe un comportamiento irregular que nos muestra algunos elementos de ciberparamilitarismo. Cabe destacar que estos dos casos se desarrollan en regiones con una presencia importante del grupo criminal de los Zetas (Veracruz y Tamaulipas), cuya aparición y prácticas han justificado la militarización de la estrategia de seguridad en el país. Ambas operaciones parecen haber contribuido a sembrar el terror entre la sociedad mexicana—ahora a través de las redes sociales—y, por lo tanto, a la  justificación de acciones drásticas por parte de las fuerzas armadas mexicanas.

Valor por Tamaulipas:¿Ciudadano, autodefensa o paramilitarismo en redes sociales?

De acuerdo al análisis en la primera historia de esta serie, #OpCartel representaría la llegada del paramilitarismo a las redes sociales. Como se mencionó anteriormente, la operación finaliza y comienza una nueva etapa en la guerra por el ciberespacio. Estado, sociedad civil, delincuencia organizada y paramilitares aparecen en el plano virtual para fortalecer sus estrategias en el plano real o con objeto de legitimar o justificar acciones o políticas, según sea el caso. El desarrollo de esta guerra en redes sociales continúa y aparecen nuevos actores que confirman dichas tendencias.
En 2012, la infiltración de redes sociales es más notoria con actores de corte militar en su lenguaje y perfiles. Un modelo exitoso es la pagina Valor por Tamaulipas (VxT), plataforma vertical con administrador y criterio propio en el manejo de la información, que sustituye al Blog del Narco en Tamaulipas y termina monopolizando las filtraciones, así como los reportes de SDRs y acciones de la delincuencia organizada en un estado extremadamente violento de la República Mexicana. No obstante el alegado carácter “ciudadano” de esta plataforma (Monroy-Hernández, 2014; Hernández, 2014[1]), VxT podría ser otro buen ejemplo de lo que aquí se denomina paramilitarismo cibernético.


En los últimos años, y particularmente desde principios de 2010, el estado de Tamaulipas ha experimentado una ola de violencia inusitada derivada de la división entre dos importantes agrupaciones de crimen organizado (el Cartel del Golfo y los Zetas), confrontación al interior de dichos grupos, y militarización de la estrategia de seguridad en México. Así, Tamaulipas se convierte en uno de los estados más peligrosos del país donde se institucionaliza la práctica del terror a través de la profesionalización y la paramilitarización de las prácticas de las organizaciones criminales para ejercer el control del territorio. En un contexto así, de violencia extrema, la información por los medios de comunicación formales deja de fluir. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la sociedad encuentra nuevas formas de expresión, participación y acceso a la información a través de las redes sociales.


La censura en Tamaulipas llega también al ciberespacio, sobre todo con los mensajes y amenazas a usuarios de redes sociales por parte de la delincuencia organizada (por ejemplo, los casos de la Nena de Laredo, el Rascatripas, los colgados en Nuevo Laredo, y el supuesto asesinato de la doctora María del Rosario Fuentes Rubio o @Miut3 en Reynosa), así como por la acción del Estado—en un intento por monopolizar los reportes de violencia y generar la percepción de mayor control de la situación. Así, en este proceso, se registra una disminución en la participación de usuarios de redes sociales en la ciberguerra por este estado y aparece un nuevo actor: Valor por Tamaulipas. Iniciando con una fuerte presencia en las redes sociales, principalmente a través de una cuenta de Facebook y Twitter, VxT parece intentar monopolizar los reportes de violencia y SDRs en este estado del noreste mexicano y se presenta como “ciudadano” interesado en comunicar la verdad en un entorno peligroso y sumamente violento. En una entrevista que da a la revista Emeequis, expresa así sus motivaciones (Hernández, 2014: p. 26[2]).


Inicialmente fue algo emotivo: encontrar un medio en el que pudiera ver que había cierto grado de libertad para exponer las situaciones que vivimos en el estado. La cuenta de Twitter la hice luego de tomar la administración de una página previa,[3] en la que sus administradores originales dejaron de publicar luego de la ejecución de la administradora de Nuevo Laredo en Vivo; me hice cargo de la página, y separé los reportes de [SDRs] (situaciones de riesgo) y los casos de desaparecidos para organizar mejor las publicaciones y dar relevancia a esos casos, pero al hacer eso en la página me expulsaron y me quedé solo con Valor por Tamaulipas.


La aparición de Valor por Tamaulipas en las redes sociales se da a principios de 2012[4] y su actividad es de tal magnitud y alcance que rápidamente adquiere un gran reconocimiento por parte de la comunidad virtual. Llama la atención la capacidad de este supuesto usuario ciudadano de manejar tal cantidad de información y ubicaciones dentro del estado, sin aparentemente contar con un equipo bien entrenado, ni estar localizado simultáneamente en todas las regiones estratégicas de la entidad. No obstante lo anterior, y alegando colaboración ciudadana, esta plataforma virtual extiende su influencia considerablemente y gana un gran número de adeptos. Por el tipo de reportes e información difundida, VxT llega a ser fuente obligada para todos aquellos que deseaban conocer la situación de seguridad en esta entidad del noreste mexicano.


Después de aproximadamente un año de reportar en forma masiva y de tener un gran éxito en las redes sociales, se reporta la primera supuesta amenaza en contra de Valor por Tamaulipas. El mismo usuario comunica que en la capital del estado de Tamaulipas, Ciudad Victoria, circulan cientos de volantes por medio de los cuales se pide recompensa para dar con su paradero. De acuerdo con la fotografía tomada y difundida por el usuario, se pedían “600 mil pesos para el que [aportara] datos exactos del dueño de la página de Valor por Tamaulipas o en su caso familiares directos … papás o hermanos, hijos o esposa” (Proceso, 2013b). Días más tarde, difunden en YouTube la supuesta ejecución de un colaborador de Valor por Tamaulipas (Proceso, 2013a).


Dichas amenazas son condenadas inmediatamente por la prensa nacional y la opinión pública en el estado y en el país en general. Estos hechos se ven como intentos de censura por parte de la delincuencia organizada y reciben una gran cobertura por parte de la prensa nacional, y principalmente por la revista Proceso, quien utiliza frecuentemente en sus notas sobre Tamaulipas información proveniente de la página de Facebook del usuario (ver Apéndice 1). En diversas ocasiones, dicha información ha sido copiada intacta o casi intacta, lo que claramente constituye un plagio por parte de un medio de comunicación formal impreso que con una “política de proteger a sus reporteros y corresponsales” en zonas de algo riesgo utiliza información de una página web administrada en forma anónima.


La corresponsalía de la revista Proceso en Tamaulipas no parece haber aplicado la ética periodística en diversas ocasiones pues ha subido información sin confirmar, algunas veces sin citar el origen de la fuente y otras veces (cuando cita a Valor por Tamaulipas) sin verificar los hechos reportados (ver Apéndice 1). Pareciera ser que mucha de la cobertura del tema de seguridad en el estado por parte de esta revista se hace desde un escritorio, a través de informantes (anónimos), lo cual pone en duda la calidad del material y la credibilidad de muchas de las notas sobre esta región del noreste mexicano.
Es preciso reconocer las limitaciones y riesgos que enfrenta los periodistas que cubren temas relacionados con narcotráfico y delincuencia organizada en lugares de gran peligro como Tamaulipas.


Sin embargo, lo anterior no justifica el uso irresponsable de la información que fluye por las redes sociales. Revistas de gran circulación nacional como Proceso debería tener más cuidado en su cobertura de zonas extremadamente violentas y verificar la información que brindan al público para evitar la desinformación o siembra de rumores—especialmente cuando la fuente primaria es anónima y por lo tanto tiene orígenes e intereses inciertos. Desinformar podría considerarse como un acto de censura en sí mismo, pues limita el acceso a la información y desvía la atención de lo verdaderamente importante.


En el actual contexto de extrema violencia e ingobernabilidad en diversas regiones del país, diversos medios de comunicación hacen lo que Proceso: replican la información sin hacer ejercicios serios de verificación de la misma. Lo anterior también contribuye a alimentar la incertidumbre, genera temor y justifica el uso de estrategias o la implementación de políticas extremas que no siempre operan para beneficio de la sociedad en general. Las estrategias mediáticas de este tipo empiezan a difundir una percepción a modo en un contexto en el que el periodismo deja de aplicar su rigor y hace notas citando fuentes en redes sociales que pretenden mezclarse con verdaderos reportes ciudadanos, pero que finalmente consiguen desinformar, desviar la atención de temas clave y justificar acciones de política impopulares (Chuynews.blogspot.mx, 2013a).


Valor por Tamaulipas gana reputación de credibilidad a través de medios que suelen cubrir Tamaulipas desde las redacciones sin mucho entendimiento de las dinámicas de redes sociales ni del contexto de seguridad, política y económica estado. La mayor parte de los que cubren los temas de seguridad y redes sociales se han centrado en la participación de la sociedad civil en las plataformas que reportan SDRs y violencia. Con esta idea en mente, analistas y periodistas en medios de comunicación nacionales y extranjeros han destacado la naturaleza “ciudadana” de VxT, principalmente durante los episodios de censura y supuestas amenazas a este usuario (Monroy-Hernández, 2014; Proceso 2013a, 2013b). Algunos han incluso comparado al personaje con una autodefensa—como aquellas que han surgido en el estado de Michoacán (Hernández, 2014[5]). Pero, ¿quién utiliza a quién? ¿Valor por Tamaulipas a los medios o viceversa? ¿quién es Valor por Tamaulipas?


Si se realiza un verdadero ejercicio de verificación de contenidos  y mensajes, así como una investigación profunda del desarrollo de dicho perfil, es posible poner en duda el carácter ciudadano de Valor por Tamaulipas. En realidad, existen varios elementos que lo relacionan con el Estado, y en particular con las fuerzas armadas. Un análisis de dichos elementos colocarían a esta plataforma, por consiguiente, como un ejemplo de paramilitarismo cibernético. Sus acciones y perfil se desvían claramente de los que corresponden o caracterizan a los ciudadanos comunes. VxT hace además una extensa cobertura de SDRs a lo largo y ancho del estado, algo extremadamente difícil para una sola persona. Y esto es difícil sobre todo para un ciudadano bien intencionado sin la formación técnica ni los recursos necesarios para hace una cobertura tan amplia, no obstante se alegue colaboración con otros miembros de la comunicad virtual de forma no institucional.


Existen varios elementos que nos pueden dar idea de los orígenes paramilitares de la cuenta de Valor por Tamaulipas, así como del desarrollo de su perfil en este mismo sentido. Desde sus inicios, Valor por Tamaulipas parece haber estado vinculado al Estado. El carácter paramilitar de esta cuenta se desarrolla y sobrevive a la fecha. Si se hace un seguimiento puntual de todos los mensajes y reportes en Facebook y Twitter (ver https://twitter.com/ValorTamaulipas y https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas) y se examina el lenguaje en algunos de ellos, se pueden identificar diversos elementos castrenses y frases relacionadas con las fuerzas armadas. 

Asimismo, se asocia a VxT con varias cuentas que parecen tener también relación directa o indirecta con el ejército o marina mexicanos (véase, por ejemplo, https://twitter.com/fenixknight06/status/461706940196728833 y https://twitter.com/DamonenM). Cabe destacar, sobretodo, aquellas imágenes y mensajes que promueven y exaltan el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia organizada en México. La siguiente imagen da muestra de ello:


VxT expresa continuamente su entusiasmo y apoyo a la labor de las fuerzas armadas. En la entrevista que dio a la revista Emeequis hace un comentario que parece reforzar nuestra idea de su vinculación cercana con personal militar en México. Cuando se le pregunta sobre su personaje favorito, VxT hace de nuevo referencia al ejército de la siguiente manera en la entrevista (p. 33):
R—¿Cuál es tu superhéroe favorito?
VxT—Mi hermanito (un personaje que en algún momento, hace unos años, estuvo en el Ejército Mexicano y que aprecio como si fuera mi hermano).


Según conocedores del tema, “la palabra hermanito se usa en las fuerzas castrenses como muestra de afecto cuando se hace referencia a colegas inferiores de rango pero a los cuales se les estima”.
El origen de de Valor por Tamaulipas, como lo conocemos hoy en día, se da en foros de temas militares, y uno de ellos es todopormexico.org. “Todo por México” se describe como un portal de entusiastas de las fuerzas armadas y corporaciones de seguridad. Un miembro participante nos dice que se manejan rangos como si se tratara del mismo ejército (mando supremo, almirante, vicealmirante, contraalmirante, etc.). En este caso, el administrador del foro (Mando Supremo) da los reconocimientos de acuerdo a la participación o actividad de cada miembro participante. Valor por Tamaulipas surge de este foro y participa aquí como “CivilBatalion”.
Ver http://www.todopormexico.org/forum.


Valor por Tamaulipas participa en “Todo por México” como “CivilBatalion”.
“CiviBatalion” es ‘vicealmirante’ dentro de este foro.
El perfil Civilbatalion se suma a las redes de Facebook y Twitter a principios de 2012 como Valor por Tamaulipas y comienza a reportar SDRs en el estado de referencia. Son pocos los que reconocen o han mencionado el vínculo de este usuario o administrador de redes sociales con las fuerzas armadas (Chuynews.blogspot.mx, 2013b;Hernández, 2013), no obstante que la relación, directa o indirecta—más bien directa si se toman en cuenta todas estas observaciones)—parece evidente. Inclusive, en algún momento, el control de la página parece haber sido asumido por personal militar (o personas que participaban en el foro “Todo por México”.


Otro aspecto igualmente importante que nos lleva a concluir que la participación de Valor por Tamaulipas en las redes sociales corresponde más a acciones de ciberparamilitarismo que a participación ciudadana en la red o periodismo ciudadano colaborativo, tiene que ver con las imágenes que el usuario difunde a través de su página de Facebook principalmente—y que en ocasiones retoma en su cuenta de Twitter.[6] La siguiente es una fotografía que se difunde en la página de VxT el 11 de abril de 2014 (ver Apéndice 1).


Sería interesante poder conocer el origen de imágenes como estas, que han sido difundidas a través de esta plataforma de reportes de SDRs y violencia en Tamaulipas. No obstante, el anonimato que permite la participación en redes sociales nos impide conocer la fuente de donde provienen las imágenes. Lo anterior resulta problemático, pues no se conocen con exactitud los intereses o agendas de aquel que filtró el material. Al parecer, en este caso, las fotografías fueron tomadas por personal de alguna agencia de seguridad. Las autoridades son las primeras en tener contacto con la escena del crimen y parte de sus protocolos—según el Manual del uso de la fuerza, de aplicación común a las tres fuerzas armadas (SEDENA y SEMAR, 2014)—señalan que después de responder a una agresión con armas de fuego es necesario documentar con video o fotos las pruebas de la misma (SEDENA y SEMAR, 2014: p. 13). Además, las agencias de seguridad tienen la encomienda de no permitir alteraciones a estas imágenes, por mínimas que sean, y debe evitarse que personas ajenas al hecho o periodistas accedan al perímetro de la escena del crimen, con el objeto de no alterar las mismas (PGR, 2012: p. 19[7]).


Algunas de las imágenes filtradas en la página de Valor por Tamaulipas—y que han sido retomadas varias veces por la revista Proceso (ver Apéndice 1)—sólo pueden tener origen en quienes están dentro del primero de los dos cinturones de seguridad establecidos en una escena de crimen (PGR, 2012: p. 24[8]). No son fotos de ciudadanos comunes usuarios de redes sociales—los cuales, por ningún motivo, tienen permitido el acceso debido al protocolo establecido. Ni siquiera la Cruz Roja, paramédicos, cuerpos de auxilio, o Protección Civil pueden acercarse al perímetro si no está resguardado por fuerzas del orden público. Haciendo un análisis de muchas de las fotos atribuidas a Valor por Tamaulipas, este usuario y quien utilice las fotos para cualquier fin (como la corresponsalía de la revista Proceso en Tamaulipas), estarían siendo los voceros de una filtración ilegal al difundir las imágenes “exclusivas” que constituyen parte del material pericial a utilizarse en reportes y notas posteriores.


NOTA: Esta historia continuará en la Parte III de esta serie de 4 reportes.


APÉNDICE 1. Relación Revista Proceso – Valor por Tamaulipas
La relación entre Valor por Tamaulipas y quien cubre delincuencia organizada para la revista Proceso en este estado del noreste mexicano parece haber sido bastante cercana en últimas fechas. La corresponsalía de Proceso en Tamaulipas ha utilizado la información y fotografías de la página de Facebook del usuario en múltiples ocasiones; incluso ha copiado intactas algunas notas. A continuación se presentan algunos ejemplos:
Información reproducida casi sin cambios:
http://www.proceso.com.mx/?p=371008
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/530099713766038?stream_ref=10

Utilización de imágenes de la página de Internet Valor por Tamaulipas.
https://www.facebook.com/photo.php?v=548007755308567
http://www.proceso.com.mx/?p=374178
http://www.proceso.com.mx/?p=368528

Utilización de imágenes de la página de Internet Valor por Tamaulipas.
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/355188647923813
http://www.proceso.com.mx/?p=336035

La siguiente es información sobre el supuesto surgimiento de grupos de autodefensa en Tamaulipas. Lo anterior nunca ha sido confirmado, pero Valor por Tamaulipas ha insistido en el supuesto hecho en algunas ocasiones. Los reportes que se tienen señalan más bien la presencia de grupos armados que se dicen autodefensas, pero que en realidad son miembros de la delincuencia organizada que desean justificar sus acciones en contra del grupo contrario y recibir apoyo de medios y comunidades locales.[9]
https://www.facebook.com/ValorPorTamaulipas/posts/345151108927567

Llama la atención que en el caso de la creación de este supuesto grupo de autodefensa, se considere al “ejército mexicano como única fuerza confiable”.
https://twitter.com/VigilantesM/status/367716691184070656

Se informa que el supuesto grupo de autodefensa es en realidad el Cartel del Golfo.
Tuit: https://twitter.com/MrCruzStar/status/367722134623092736
Video: https://www.youtube.com/watch?v=MtW8-uEUX0w&index=19&list=UUKTlC9rCJfrFIrKFRQqHhZg
http://www.proceso.com.mx/?p=315770
http://www.proceso.com.mx/?p=366435

Esta es la última de varias notas que saca Proceso sobre las amenazas “no confirmadas” en contra de VxT y de las acciones que toma el administrador de la página.
http://www.proceso.com.mx/?p=338335

NOTAS:
[1] Hernández, Luis Guillermo, 2014, “@ValorxTamaulipas: La otra autodefensa”, Emeequis 321, pp. 24-33.
[2] Ver cita en obra antes citada: “@ValorxTamaulipas: La otra autodefensa”.
[3] Dicha página tenía por nombre “Un Grito de Ayuda por Tamaulipas”.
[4] La cuenta de Facebook de Valor por Tamaulipas se crea el 1 de enero de 2012, mientras que la de de Twitter aparece un mes y medio después, el 16 de febrero del mismo año.
[5] Ver “@ValorxTamaulipas: La otra autodefensa”.
[6] Cabe destacar que la página de Facebook. de Valor por Tamaulipas fue suspendida  temporalmente el 9 de julio se 2014, al subirse fotografías que se consideraron inadecuadas (fotos de ejecutados) según las reglas de la plataforma en Internet. La página reanuda actividad, pero ya no con el mismo dinamismo de antes, especialmente de aquel que tenía en 2012 y 2013.
[7] Procuraduría General de la República (PGR), 2012, Protocolos de cadena de custodia. Dos grandes etapas: preservación y procesamiento, México, D.F., Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), PGR.
[8]Ver también PGR, 2012, Protocolos de cadena de custodia.
[9] Lo anterior tampoco ha sido confirmado por fuentes oficiales, pero la versión se repite entre algunos pobladores de las zonas aquí mencionadas (Chuynews.blogspot.mx, 2013a).

Publicado originalmente en nuestraaparenterendicion

Paramilitarismo cibernético (Parte I de IV): Operación Cartel

Esta es la primera de cuatro historias sobre el “paramilitarismo cibernético” en México. La llamada guerra contra el narco con sus episodios de paramilitarismo se reproduce en las redes sociales.




Esta es la primera de cuatro historias sobre lo que llamamos “paramilitarismo cibernético” en México. Este fenómeno se encuentra ligado de cierta manera con la llegada de los Zetas y sus prácticas militares/paramilitares, que complican los esquemas de violencia y delincuencia organizada en México y que se intensifican aún más con la inclusión del ejército en tareas de seguridad pública.

La fuerte militarización en el país desde el sexenio de Felipe Calderón desemboca en enfrentamientos extremadamente violentos y decenas de miles de homicidios, al tiempo en que también se reporta la utilización de prácticas paramilitares en algunas regiones de la República Mexicana. La aparición de los Matazetas en Veracruz, la supuesta creación del grupo de “Los Rudos” en el municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León, y el papel no muy claro del Estado en el conflicto en Michoacán con la aparición de grupos de autodefensa, son algunos ejemplos concretos de posibles acciones paramilitares en México.

Comprobar la existencia de paramilitarismo en el terreno real es sumamente difícil. Unos de los primeros problemas que se enfrentan para documentar este fenómeno tiene que ver con la definición del mismo. A la fecha existe un gran debate en relación con el significado del término; por ejemplo, se asocian al concepto de paramilitarismo varios términos tales como: milicias, escuadrones de la muerte, vigilantes, grupos de autodefensa, entre otros, los cuales algunas veces se refieren al mismo fenómeno, pero otras a “aspectos que están relacionados pero que difieren entre sí” (Kalyvas y Arjona, 2005: p. 26).

En lo que sí existe un consenso es en la participación efectiva del Estado. Sobre el grado o alcance de dicha participación y el tipo de acciones específicas del Estado continúa habiendo gran discusión, tanto en el discurso público como en la academia. En general, es posible afirmar que “los grupos paramilitares tienen a estar ligados al Estado y su actividad central es la producción de la violencia”. Entonces una definición adecuada del fenómeno se referiría a “grupos armados que están directa o indirectamente con el Estado y sus agentes locales, conformados por el Estado o tolerados por este, pero que se encuentran por fuera de su estructura formal" (Kalyvas y Arjona, 2005: p. 29).

Como se sugiere anteriormente, el conflicto en México en el marco de la denominada guerra contra el narco se reproduce en las redes sociales. Por consiguiente, existe la posibilidad de que los casos de paramilitarismo observados en el conflicto real se trasladen también al ciberespacio. En efecto, a través de un seguimiento puntual del desarrollo del conflicto en las redes sociales, es posible observar la presencia de prácticas paramilitares y de usuarios con perfil militar que no se asocian directamente a las fuerzas armadas, pero que, al parecer, mantienen un vínculo directo con el Estado.[1]

Al mismo tiempo, hay evidencia de la existencia de prácticas y actores paramilitares en el ciberespacio, y este fenómeno parece no estar restringido únicamente al ámbito local o nacional, sino que también recibe algunas influencias del exterior. Influencias externas Las agencias de seguridad estadounidenses han ejercido cierta influencia en el diseño e implementación de políticas de combate al narcotráfico en México y otras partes del hemisferio.[2]

Esto también parecería aplicar a las estrategias de guerra en el ciberespacio (Fielding y Cobain, 2011). Tácticas bien definidas y manuales recién filtrados dan cuenta de guerras cibernéticas con fines específicos de política interna o exterior, no solo en México sino en el resto del mundo (Greenwald, 2014; Fielding y Cobain, 2011).

No sabemos a ciencia cierta, ni podemos verificar el involucramiento de gobiernos extranjeros en la guerra contra el narcotráfico en México en tierra o en el ciberespacio. Lo que sí sabemos es que las agencias federales estadounidenses—de seguridad e inteligencia— han intentado en ocasiones infiltrar redes sociales o manipular a la opinión pública a través de técnicas que construyen discursos a modo, llegando inclusive a distorsionar la realidad y destruir reputaciones (Greenwald, 2014).

Por ejemplo, existen algunos reportes que señalan que el ejército de los Estados Unidos desarrolla programas para manipular sitios en redes sociales utilizando usuarios con personalidades falsas e influir en conversaciones vía Internet con objetivos de política exterior específicos. Se ha alegado inclusive la necesidad del uso de técnicas de contrainsurgencia en la red.

Este tipo de operaciones se han registrado en Medio Oriente y Asia Central con el fin de manipular a la opinión pública, limitar opiniones desfavorables y desalentar comentarios o reportes que no corresponden a los objetivos de política exterior de la potencia occidental (Fielding y Cobain, 2011). 

Este tipo de prácticas parece haberse exportado a diversas partes del mundo, incluyendo a México, y consisten en: la creación de falsas personalidades en la red—conocidas por los usuarios de redes sociales como “sock puppets”, el uso de técnicas de espionaje en línea y manipulación de contenidos a través de una gran diversidad de mensajes enviados desde sitios no especificados en la red. Estas técnicas han contribuido a alimentar la violencia en el ciberespacio.

En el caso de México en los últimos años, dichas prácticas y el uso cada vez más avanzado de la tecnología en redes sociales han tenido una gran influencia en la ciberguerra contra el narco que, como se mencionó anteriormente, muestra algunos elementos de paramilitarismo.

Así, el paramilitarismo cibernético en México, es llevado a las redes sociales con las mismas técnicas ya conocidas y funcionales en otros contextos. En realidad, la estrategia paramilitar empleada en el mundo virtual en México es un terreno nuevo donde el anonimato juega un papel central, ante un nuevo escenario y laboratorio de pruebas de agencias de seguridad nacionales y quizás, gobiernos extranjeros.

Es posible identificar algunos elementos de paramilitarismo cibernético en México—y actores relacionados, cuyo origen y agendas no son claras, pero que dan cuenta de la participación del Estado y han tenido una presencia significativa en redes sociales, así como una influencia real en el desarrollo del conflicto en tierra y en las políticas de combate a la delincuencia organizada.

Estas prácticas parecen haber alimentado el terror y manipulado a la opinión pública en México en temas fundamentales. Así mismo, parecen haber funcionado como complemento a las estrategias de guerra implementadas en el terreno real en México en los últimos años. El ciberparamilitarismo en México parece haber incorporado estrategias de desinformación en la web, especialmente en hashtags (#s) que reportan eventos de violencia.

Haciendo un seguimiento puntual en los últimos años de los reportes sobre SDRs y eventos relacionados con la delincuencia organizada en algunas plataformas clave en redes sociales, es posible reconocer algunos usuarios auxiliados por cuentas falsas que han venido sembrando notas y validando información manipulada o falsa a través de una red de usuarios que resultan ser parte de un mismo equipo.

Dicho grupo se presenta con una agenda no muy clara, pero que apunta a lo siguiente: sembrar miedo para validar la militarización de la lucha “anti-narco”. A través de este proceso de verificación en redes sociales y con una agenda propuesta e hipótesis específicas en mente, se pueden apreciar algunos momentos clave de la ciberguerra e identificar cuentas específicas que hacen uso de “bots”—o perfiles falsos creados ex profeso—para generar la percepción de que la información de las cuentas creadas es confiable (Chuynews.blogspot.mx, 2013a: párr. 1).

La presente serie de historias (4 en total) analiza dos aspectos o momentos importantes de lo que aquí se denomina ciberparamilitarismo en México. En primer lugar, se analiza la operación en redes conocida como “#OpCartel” que se llegó a atribuir, en un principio, al grupo de hacktivistas[3] de Anonymous.

Las siguientes dos historias analizan a detalle la participación de Valor por Tamaulipas, un popular usuario de redes sociales que maneja un aparente perfil ciudadano, pero que al mismo tiempo exhibe un comportamiento irregular que nos muestra algunos elementos de ciberparamilitarismo.

Cabe destacar que estos dos casos se desarrollan en regiones con una presencia importante del grupo criminal de los Zetas (Veracruz y Tamaulipas), cuya aparición y prácticas han justificado la militarización de la estrategia de seguridad en el país. Ambas operaciones parecen haber contribuido a sembrar el terror entre la sociedad mexicana—ahora a través de las redes sociales—y, por lo tanto, a la justificación de acciones drásticas por parte de las fuerzas armadas mexicanas.

Las dinámicas de la ciberguerra contra el narco terminan por complementar los esfuerzos y objetivos de una lucha armada al interior del país entre fuerzas del estado y delincuencia organizada. La última (y cuarta) parte de esta serie resume el proceso a través del cual la denominada guerra contra las drogas en México—que mantiene como uno de sus principales componentes la militarización de la lucha antinarcóticos—se intenta justificar también en el ciberespacio.

Aquí se describe el estado actual del paramilitarismo cibernético en el país y se describen los desarrollos más recientes en la ciberguerra contra la delincuencia organizada en México. #OpCartel y la llegada del paramilitarismo a las redes sociales La simulación de perfiles ciudadanos y sociedades anónimas pro-libertad y activismo fue visible en la campaña gestada en Twitter en Veracruz atribuida, en cierto modo, al grupo Anonymous[4] y denominada “Operación Cartel” u “#OpCartel”.


Esta operación reflejaba los planes del grupo para exhibir a los miembros y otros personajes asociados al grupo de los Zetas en represalia por el supuesto secuestro de uno de sus miembros. Según esta versión, dicho secuestro se había llevado a cabo en Veracruz durante la operación denominada PaperStorm, en una protesta callejera donde se repartía material gráfico en las calles (Genbeta.com, 2011).


El día 6 de octubre de 2011, el grupo de hacktivistas hace la denuncia mediante un video en la plataforma de YouTube y algunos días más tarde amenaza con publicar una lista de funcionarios vinculados al grupo delictivo si no se liberaba a la persona secuestrada a más tardar el 5 de noviembre (Schiller, 2011). Cabe destacar que no existe a la fecha ninguna evidencia de que el secuestro haya sido real (Leyden, 2011).[5]

A algunos días de aparecer el video de Anonymous, se registran también, según notas de medios, una serie de hackeos y amenazas por parte de un supuesto grupo de Zetas a blogs que reportan acciones de la delincuencia organizada. Por ejemplo´, el 26 de octubre aparece el siguiente mensaje en las redes sociales: “Esto les va a pasar a todos los blogs que informan lo que pasa en Veracruz (MUNDONARCO.com y Blog del Narco son los siguientes). Pónganse ver…atte. Los de la letra Zzzzz” (Netmedia.com, 2011b).


Estas acciones podrían considerarse como una contraofensiva por parte de los Zetas en lo que sería una de las primeras batallas de la guerra contra las drogas en el ciberespacio. Cabe destacar que dicha confrontación vía electrónica parece tener más que ver con un esfuerzo de censura en redes sociales que con un enfrentamiento real entre grupos de ciudadanos y delincuencia organizada.

En realidad, a través de las acciones antes mencionadas, se intenta sembrar el terror entre la comunidad virtual independiente, pues la amenaza viene ahora de los grupos criminales, quienes—según los diferentes mensajes que circularon en la red en esos días—son capaces de secuestrar activistas y tomar represalias ante cualquier intento de denuncia o defensa por parte de la sociedad civil. En el desarrollo de esta historia, y contribuyendo también a la dinámica antes mencionada, encontramos a medios formales tanto mexicanos como extranjeros.


La consultora en materia de seguridad estadounidense Stratfor—que tuvo en su momento un papel importante en la construcción del discurso sobre la guerra contra las drogas en México—participó también en el marco de lo que fue la Operación Cartel, emitiendo una alerta a finales de octubre sobre las posibles consecuencias de que Anonymous filtrara información de personajes ligados a los Zetas. Es interesante la participación de esta empresa consultora pues su reporte se basa en información sin confirmar.


De acuerdo con Stratfor, si Anonymous es capaz de elevar la efectividad de sus operaciones en línea para denunciar a los carteles, esto colocaría a sus miembros como objetivos claros de ataque por parte de la delincuencia organizada. La empresa incluso afirma que “ha visto reportes de que los Zetas se encuentran colocando a sus propios equipos de expertos en computación para monitorear a aquellos individuos involucrados en alguna campaña virtual anti-carteles, lo cual indica que el grupo criminal se está tomando esta operación muy seriamente.” Así, según Stratfor, “aquellos individuos involucrados podrían enfrentar el riesgo de secuestro, daño físico o la muerte—juzgando la forma en que los Zetas han reaccionado ante amenazas en el pasado (Leyden, 2011; párrs. 6 y 7).

 

El 30 de octubre de 2011 inicia formalmente #OpCartel con un mensaje que invita a los activistas de Internet a participar en la operación para publicar información sobre los temidos Zetas.[6] Los primeros tuits a los que aún se tiene acceso datan de esa fecha y, en el inicio, participaron en su gran mayoría (casi al cien por ciento) usuarios de habla inglesa. #OpCartel parece haber sido impulsada por perfiles que operaban desde en el extranjero, con el apoyo de medios de comunicación nacionales e internacionales. Curiosamente, algunos de estos medios se había autocensurado en el tema de la violencia por la guerra contra el narco en México, pero en ese caso tuvieron una participación muy activa.


 



La primera acción de los activistas de Anonymous fue el supuesto hackeo a la página web del ex-fiscal federal del estado de Tabasco, Gustavo Rosario (http://www.gustavorosario.com/)..[7] Cabe señalar que previamente ya existían algunas denuncias en Internet sobre su relación con la delincuencia organizada; en particular se hablaba de su apoyo al grupo de los Zetas (Excélsior, 2011). Por lo tanto, la denuncia de Anonymous no era algo nuevo; no se estaba develando información original.


 






A las pocas horas de anunciarse el inicio de Operación Cartel, la campaña se hace viral con el apoyo de medios nacionales e internacionales. Durante tres días de difusión masiva en medios nacionales y extranjeros, la comunidad cibernética sigue el pulso de lo que parecía una gran novela, cautivando a una gran audiencia. Sin embargo, la operación parece no resultar exitosa pues se observa una gran desorganización entre sus integrantes y al final no hay un consenso entre los mismos participantes. La organización de Anonymous a nivel internacional duda incluso en sumarse a #OpCartel en cierto momento y comienzan a darse en el ciberespacio una serie de declaraciones contradictorias. 

Declaraciones contradictorias al interior del grupo de hacktivistas derivaron en la revisión y reevaluación de #OpCartel en lo general. Muchos comenzaron incluso a cuestionar si un miembro de Anonymous había sido en realidad secuestrado en Veracruz. No hacía mucho sentido, para otros, que se declarara un ultimátum demandando la liberación de una persona sin nombre y sin mención alguna a la fecha del supuesto secuestro; tampoco existía un reporte policiaco de la persona desaparecida y asociada a la Operación PaperStorm—evento organizado en Diciembre de 2010 y Marzo de 2011, según la información mencionada en el video de YouTube (Leyden, 2011: párr. 9). Algunos se refieren a la Operación Cartel (#OpCartel) como un “fraude”, un “engaño” (hoax en inglés) y llegaron a publicar sus dudas y expresar su fuertes críticas en las redes sociales en su momento. Es interesante leer algunos de estos comentarios


 






Continúan las contradicciones y desacuerdos en este proceso, y el 31 de agosto se filtra al diario Milenio, en exclusiva, un comunicado donde Anonymous-México advierte del riesgo a los usuarios al realizar denuncias por no tener los conocimientos técnicos suficientes y anticipa una posible cacería de miembros de la comunidad por parte de los Zetas.[8] En ese comunicado y a través de distintos mensajes por redes sociales, se pide a los usuarios interesados en participar en Operación Cartel que, por su seguridad, envíen la información a Anonymous directamente.


La agrupación entonces, de manera centralizada, se encargaría de difundirla. “A través de su blog oficial, el grupo explicó que para la planeación de la operación [habían] habilitado un widget[9] en el que recibirán las denuncias de los internautas” (Netmedia.com, 2011a: párr. 5). Estas acciones nos pueden llevar a pensar en un esfuerzo por monopolizar los reportes sobre SDRs y acciones de la delincuencia organizada. A través de #OpCartel se envían mensajes claros a los usuarios en redes sociales: “no te arriesgues”, “no denuncies”, “no participes”; todo esto, por el peligro que representa una confrontación con la hiperviolenta organización de los Zetas.


 





Después de este intento por concentrar la información y monopolizar el envío de reportes sobre delincuencia organizada en México se dio fin a #OpCartel mediante la liberación del supuesto secuestrado. Finalmente, mediante un comunicado, el día 3 de noviembre se difunde que ha sido liberado el miembro de Anonymous secuestrado y que trae un mensaje de los zetas a la comunidad (El Universal, 2011).

 



Una vez finalizada la Operación Cartel continúan las dudas respecto a su legitimidad y a la veracidad de los hechos como los comunica Anonymous, medios formales y redes sociales. Muchos se plantean la posibilidad de que todo haya sido un montaje, un fraude. En realidad, los Zetas siempre habían operado de manera distinta en ocasiones pasadas. Esta organización se había caracterizado por la ejecución y desmembramiento de sus víctimas con el fin último de enviar un mensaje a sus adversarios—considérese, por ejemplo, el caso de la Nena de Laredo donde el mensaje es para los usuarios de redes sociales que reportaban eventos relacionados con la delincuencia organizada. La reacción del grupo criminal con los miembros de Anonymous seria atípico de ellos, pues en esta ocasión actúan de forma benevolente, mandando un mensaje de viva voz. En cualquier otra ocasión, los Zetas hubieran dejado a un activista descuartizado, y no lo liberarían con un mensaje para transmitirlos a los medios de comunicación.


 

Termina #OpCartel y la revelación sobre personas ligadas a los Zetas nunca fue hecha pública. Se desconoce el uso que se dio a la información recopilada por Anonymous-México en esos tres días a través del blog que crearon para concentrar reportes sobre violencia y delincuencia organizada por usuarios de redes sociales independientes. El único nombre que el grupo de hacktivistas filtró fue el de Gustavo Rosario, a quien también supuestamente le hackearon su blog, vinculándolo con el grupo de los Zetas. Sin embargo, algunas denuncias de una supuestas relación entre Rosario y la delincuencia organizada ya se habían realizado a través de la PGR desde el 2008, por lo que, como se dijo anteriormente, no se descubrió nada nuevo.

Cabe destacar que la página de Internet/blog de Rosario ya no sigue activa,[10] mientras que su perfil de Twitter (https://twitter.com/gustavorosariot o @gustavorosariot) no volvió a ser utilizado y solo muestra actividad los días 27 y 28 de octubre de 2011. Dicha cuenta fue creada el 3 de agosto de 2011, pocos días antes de que comenzara #OpCartel (y tres días antes de que apareciera el video de YouTube de Anonymous denunciando el supuesto secuestro en Veracruz).

Lo anterior nos puede llevar a cuestionar si la cuenta fue creada por el mismo Rosario o quizás por alguien más; quizás haya sido otro montaje con el fin de hacer más creíble parte de la Operación Cartel La aparente farsa de #OpCartel se alimentó con lo que fue una falta de rigor periodístico por parte de medios nacionales e internacionales, quienes difundieron y dieron por hecho una amenaza que se comunicó por redes sociales sin verificar su autenticidad. Inclusive se dió por cierta la aparición de Heriberto Lazcano en las redes sociales como parte de esta saga—siendo que el perfil de este líder criminal en Twitter era bastante burdo, y parecía como creado únicamente para sembrar el miedo entre la comunidad virtual.

A diferencia de las muertes de periodistas que se habían venido dando en forma masiva en diversas partes del país, se dio una gran difusión a las notas relacionadas con la Operación Cartel por parte de la prensa nacional e internacional. Incluso Stratfor, el Huffington Post y el diario inglés The Guardian dieron una amplia cobertura a lo que pasaba en ese momento en las redes sociales en México en el marco de la guerra contra las drogas.

 

No obstante el aparente montaje en lo que fuera #OpCartel, es posible apreciar su importancia en diversos frentes. Dicha operación hace su aparición en un terreno nuevo, las redes sociales, y aparentemente forma parte de una estrategia más amplia. Asimismo, puede pensarse este ejercicio como una especie de experimento de laboratorio, que incorpora operaciones de inteligencia y contrainteligencia, y que tiene como objetivos, entre otros, monopolizar el envío de reportes sobre violencia y delincuencia organizada, además de censurar indirectamente activistas en el ciberespacio. 


A través de la Operación Cartel se pudo haber intentado ejercer la censura en medios electrónicos, además de realizar un mapeo de activistas, es decir, monitorear su actividad y ubicación en lo que podría considerarse como un ejercicio de inteligencia en el ciberespacio. Por un lado, se siembra el miedo a través de diferentes mensajes: el supuesto secuestro de un hacktivista, la amenaza de los Zetas a la comunidad virtual y el comunicado de alerta por parte de Anonymous buscando centralizar las denuncias y reportes sobre delincuencia organizada. La censura en este caso se ejerce de manera indirecta, con el terror que dichos mensajes siembran entre la comunidad virtual. #OpCartel al final podría haberse diseñado para limitar la participación ciudadana en redes sociales y lograr un cierto monopolio de reportes por parte de un grupo—Anonymous, quien si se llegó a vincular con alguna agencia gubernamental (nacional o extranjera) estaría operando como un grupo paramilitar en el ciberespacio.


Dicho monopolio de reportes serviría también para generar inteligencia sobre activistas en Internet y medir qué tipo de información nos puede proporcionar la gente que está activa en las redes sociales, es decir para hacer una radiografía de contenidos y perfiles de activistas. En resumen, con #OpCartel, Anonymous se estaría generando inteligencia sobre activistas y contrainteligencia para contener y controlar el flujo de información. Adicionalmente, queda abierta la posibilidad de que el grupo de Anonymous en México haya operado, involuntariamente, como grupo paramilitar, es decir, vinculado con una agenda de Estado y operando, en cierta manera, de la mano con agencias de gobierno (nacionales y/o extranjeras).

Es posible que Anonymous fuese usado o infiltrado para la censura en redes sociales, generando al mismo tiempo una sensación de terror entre la comunidad virtual, quien se sentía más segura reportando en línea que haciéndolo en tierra. Esta sensación de terror generalizado, tanto en tierra como en la web, tendría efectos sobre la opinión pública que justificaría en última instancia la militarización de la estrategia de seguridad en México y legitimaría las acciones del Estado mexicano en una situación de aparente crisis a todo lo largo y ancho del país—inclusive en el ciberespacio.

 



El elemento paramilitar en #OpCartel nos se limitaría a sus vínculos con el Estado mexicano. Cabe la posibilidad de que en la operación participaran también agencias extranjeras al mismo tiempo—apoyando al gobierno de México o dictando alguna línea en el manejo de la estrategia de seguridad (con la información obtenida al momento, esto no puede verificarse). Es preciso recordar la muy significativa participación que en #OpCartel tuvieron la comunidad virtual de habla inglesa, la prensa extranjera, y muy en particular, la consultora de seguridad estadounidense Stratfor.[11]

 Otro detalle interesante es el relacionado con Sabu, un activista miembro de Anonymous de gran reputación, que estuvo presente en #OpCartel (Leyden, 2011). A través de su cuenta de Twitter (@Anonymousabu) Sabu—cuyo nombre real es Héctor Xavier Monsegur—se había convertido en una especie de vocero de este grupo de hacktivistas. Sin embargo, se conoce ahora que Sabu, para entonces, era informante del FBI.[12] De acuerdo con información de Fox News, el hacktivista fue arrestado en el verano de 2011 y declarado culpable de doce cargos en agosto, poco antes del inicio de #OpCartel (Chen, 2012).

En un tuit memorable, justo en los momentos más críticos de la Operación, Monsegur (alias Subu) dice lo siguiente: “#OpCartel está más viva que nunca y como lo he dicho a otros en privado, la guerra en contra de la corrupción se encuentra en ambos lados del espectro. Vamos a la GUERRA” [en inglés: “# OpCartel is more alive than ever and as I told others in private, the war against corruption is on both sides of the spectrum. We are going to WAR!”] (Leyden, 2011: párr. 8).

La evidencia recopilada durante toda la operación y en años posteriores a la misma, nos lleva a concluir que quizás el grupo de hacktivistas Anonymous operó en México, de manera involuntaria, como una organización de corte paramilitar en una operación de falsa bandera. Es posible decir que fueron los primeros paramilitares en Internet involucrados en el caso mexicano y vinculados a la denominada guerra contra las drogas en este país.


Las cuentas y perfiles generados como parte de la Operación Cartel en México, así como las tácticas utilizadas para manipular a la opinión pública y ejercer la censura en redes sociales—incluyendo los montajes en línea y la creación de “sock puppets”—nos recuerdan a las acciones que se incluyen en manuales recién filtrados y otros documentos sobre guerras cibernéticas creados por potencias extranjeras con fines específicos de política exterior (Greenwald, 2014; Fielding y Cobain, 2011).

 

En conclusión, es posible decir que #OpCartel pudo haber sido el primer experimento de laboratorio de inteligencia militar en redes sociales—es decir, una operación virtual de corte paramilitar en la práctica—relacionado con la guerra contra el narco en México. La Operación concluye a principios de noviembre de 2011 para pasar a una siguiente etapa en la ciberguerra contra la delincuencia organizada que se libra en el país. Cabe destacar que dicho experimento estuvo relacionado muy particularmente con el grupo criminal de los Zetas,[13] organización de reciente creación, de orígenes militares, que utiliza tácticas de corte militar, y que con su presencia ha generado respuestas de corte paramilitar en algunas regiones del país (Veracruz y Nuevo León, por dar algunos ejemplos)—al grado que varios analistas los han considerado una agrupación delincuencial paramilitarizada (Correa-Cabrera, Keck y Nava, 2015).

Cabe destacar que la aparición de paramilitares en Veracruz ocurrió tanto en el plano real como en el virtual casi de manera simultánea. Recordemos que a finales de septiembre de 2011 aparecen los llamados “Matazetas” en un video después de arrojar decenas de cuerpos en las calles de Boca del Río, Veracruz (Animal Político, 2011a). Según algunos analistas y periodistas, la forma de operar de este grupo y de comunicar su mensaje contenía algunos elementos de paramilitarismo (De Córdoba, 2011).

Este evento se da los días 21 y 22, cuando aparecen 49 cadáveres con la firma de los Matazetas como sus ejecutores: La operación se lleva a cabo supuestamente por miembros del brazo armado del Cartel de Jalisco Nueva Generación, quienes operaron, según informes de diversos medios, con estructura y tácticas de corte paramilitar, así como con un manejo de medios y redes sociales sofisticado, del tipo corporativo. La Operación Cartel se da pocos días después y tiene como epicentro también al estado de Veracruz y, como supuesto objetivo, a los Zetas.


NOTAS: [1] Se menciona, por ejemplo, que este podría haber sido el caso de Nuevo Laredo en Vivo, blog en el que participaba la Nena de Laredo. Para algunos, este sitio que lucía “logos y números de teléfono del ejército, la marina y la policía federal” podría haber pertenecido al gobierno federal (Vargas, 2012; párr. 12). Para la periodista mexicana y miembro de la organización Periodistas de a Pie, Marcela Turati, Nuevo Laredo en Vivo parecía no ser un “blog neutral” sino más bien un sitio donde se denunciaba la ubicación de miembros de la delincuencia organizada y “donde la policía federal y los militares [hacían] propaganda” (Vargas, 2012; párr. 15). En este mismo sentido, Turati menciona que un especialista le dijo que el blog “era un portal de corte paramilitar.” La “IP no está en México” y “no hay forma de rastrear” por lo que lo “debe haber hecho alguien que sabe mucho de tecnología”. Y, según la periodista, “si el sitio lo creó el Ejército … parece gravísimo que no se haya ocupado de proteger a sus editores o moderadores, y menos a los ciudadanos que allí colaboran” (Vargas, 2012; párr. 17).

[2] Es difícil determinar el grado de esta influencia, sin embargo el fenómeno es visible a través de los programas de cooperación antinarcóticos tales como el Plan Mérida, el Plan Colombia, o la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (CARSI, por sus siglas en inglés), los cuales han sido diseñados mayormente en los Estados Unidos.

[3] El “hacktivismo” es el uso de herramientas digitales y participación masiva en redes sociales con un fin político. Los hacktivistas se desempeñan como activistas políticos en el ciberespacio.

[4] Anonymous es un grupo de activistas que operan en Internet. En su origen pareciera ser que fueron activistas “de a pie” que pasan a las redes sociales, donde la mejor arma que tienen es el anonimato. Actualmente, sus agendas están en cierta manera relacionadas con algunas agendas de grupos de activistas de a pie, o bien operan de la mano con estos para ciertos fines específicos; algunas veces son utilizados incluso como grupos de choque. Anonymous hace solo activismo virtual y puede decirse que son un grupo de hackers y activistas—o mejor dicho, de hacktivistas. El hacktivismo tuvo su auge hace algunos años en distintas partes del mundo y estas tendencias llegan con cierto retraso a México, donde grupos como Anonymous no han tenido una influencia determinante en política y más bien aparecen en las redes sociales como una moda y en espacios cortos de tiempo. La comunidad de Anonymous-México opera básicamente en estados del centro y sur del país; se dedican al desarrollo de software libre, seguridad digital y se conducen con una ética neozapatista.

[5] Inclusive, Anonymous-México desestimó este evento, pues no existía en ese momento una comunidad vinculada a este grupo en Veracruz y no se tenía registro alguno de este tipo de campañas. Es importante mencionar que esta comunidad de hacktivistas realiza reuniones periódicas para compartir conocimientos, por lo que muchos de sus miembros se conocen y están al tanto de las actividades de cada lugar en los que tienen presencia.

[6] El tuit principal con la invitación a participar fue borrado (https://twitter.com/anonops/statuses/130633138132107264), pero la cuenta que subió el post continúa activa (https://twitter.com/anonops). Al igual que este mensaje, una serie de notas y videos relacionados con la Operación fueron eliminados de la red. No obstante lo anterior, para la realización de la presente investigación, aún fue posible acceder a múltiples tuits e información sobre #OpCartel en blogs y otros medios formales de información. Aquí presentamos algunas capturas de la información recopilada.

[7] El 26 de Septiembre de 2011 aparece en YouTube el video de un corrido inspirado en Gustavo Rosario donde se le presentaba como protector de los Zetas https://www.youtube.com/watch?v=1UL2TAIBWjI.

[8] Cabe destacar que la nota original fue eliminada y no se puede acceder a ella actualmente por medio de la página de Internet del periódico Milenio.

[9] Los widgets son pequeñas aplicaciones que proveen al usuario de información visual y permiten acceder a ésta fácilmente.

[10] La página permaneció activa años después del incidente. El 28 de noviembre de 2012, el dominio de la misma se pone a la venta, la cual se realiza hasta 2013. La página se convierte entonces en un sitio especializado en juegos de video: https://web.archive.org/web/20140209072211/http://www.gustavorosario.com/.

[11] Es probable que el grupo de Anonymous—al verse involucrado en una operación de falsa bandera donde su nombre fue utilizado para apoyar una agenda específica ajena a la de ellos—decidiera actuar en consecuencia. Esto puedo haber motivado una venganza por parte del grupo en contra de la empresa Stratfor, quien sufrió un hackeo en diciembre de 2011 por usar la marca de Anonymous en #OpCartel (Norton, 2013).

[12] De hecho, se dice que la agencia misma le proporcionó una laptop y servidores, así como una lista de objetivos que incluía gobiernos en el extranjero (Norton, 2013).

[13] Otro experimento que también involucró al mismo grupo de hacktivistas y a los Zetas tuvo lugar en Ciudad Acuña, Coahuila con la formación del capítulo Anonymous Free Acuña, quienes se dedicaron por un tiempo a denunciar las actividades de los Zetas en esa ciudad y los vínculos de este grupo con políticos locales ligados al Partido Revolucionario Institucional (PRI) (Buch, 2013).

*Este trabajo se realizó con la colaboración de @MrCruzStar es periodista ciudadano, usuario de redes sociales y pionero en el uso de Twitter para reportar situaciones de riesgo (SDRs) en Tamaulipas. **Un agradecimiento muy especial a Shannon Young por sus sugerencias y comentarios que fueron clave para la elaboración de este texto. ***Guadalupe Correa-Cabrera es Profesora Asociada y Directora del Departamento de Gobierno en la Universidad de Texas en Brownsville.

publicado originalmente en spleenjournal.com