No es personal doña, al comandante le gusto su camioneta

"Doña blanca" regresa de compras la tarde del lunes,  McAllen sigue teniendo ofertas que hacen llevadera la espera en la fila del puente al cruzar, esta vez regresa mas temprano que de costumbre, hay  pendientes que hacer en la ciudad y quiere aprovechar las horas que le quedan al día. El bulevar Echeverria ya le es familiar así que conduce sin prestar atención a detalles en el paisaje urbano,  a la altura de la zona roja una unidad la rebasa  y se detiene frente   a su camioneta haciendo que se detenga para no chocar, hace un intento de reclamo y se desiste al notar que las personas de la suv van armadas y se dirigen a ella.

Un paseo en contra de su voluntad inicia por toda la ciudad, pasajera y sometida en su unidad, una escena que no imagino por la mañana al salir de casa -"no es personal doña, al comandante le gusto su camioneta, no le haremos daño si no causa problemas"- El calvario termina después del tour forzoso por las transitadas avenidas de la ciudad, oscurecía ya cuando fue dejada por las torres de la cañada, a pie y con la indicación de no dar parte a las autoridades por que saben donde localizarla.

Es un  martes cualquiera en el trafico de la ciudad, el calor ha disminuido un poco , las lluvias  han estado intermitentes  mejorando el clima haciéndolo mas agradable, "don Mauro" y su esposa "doña Martha"  transitan sobre el bulevar hidalgo con rumbo a su domicilio,  abandonan la transitada vía y se incorporan al  bulevar del maestro, la  unidad que conducen llama la atención a un grupo de civiles que les siguen los pasos desde cierta distancia y minutos antes, a la altura de la calle Elias piña una suv les cierra el paso, en el gimnasio de la UAT quienes miran la escena no saben si es una platica o discusión por incidente vial así que siguen con sus actividades, la persona que va al mando después de un breve dialogo con la pareja les indica que darán un breve paseo por la ciudad.

Ambas unidades se ponen en marcha y empieza el calvario para "don Mauro" y "doña Martha", la camioneta les gusto y va para Victoria les comentan en el trayecto a un motel de mala muerte -"tienen que cooperar, no queremos matarlos como al wey de hace rato que se puso picudo"- el monologo termina en  la zona del aeropuerto, el punto final donde permanecen cautivos por horas, los delincuentes pretenden una cantidad de dinero para liberarlos, en el transcurso de la tarde desisten de negociar un secuestro al confirmar  que la pareja  no tiene familia a quien extorsionar en la ciudad, son despojados de todas las pertenencias de valor y se les advierte que no presenten denuncia, no quieren volver a pasar lo mismo y saben donde localizarlos. La noche llego, regresan a casa sin nada después de ser abandonados a su suerte en otro punto de la ciudad.